El capitán del barco surcoreano hundido con 273 desaparecidos ha reconocido tras ser detenido por la policía que demoró la evacuación debido a las condiciones adversas del mar y la ausencia de embarcaciones de rescate.

"Pensé que los pasajeros serían arrastrados al mar en caso de ser evacuados precipitadamente", declaró Lee Joon-seok, de 69 años, ante las televisiones surcoreanas tras su detención.

La máxima autoridad del barco argumentó que en la zona donde el miércoles ocurrió el accidente, en el suroeste de Corea del Sur, las aguas son frías y presentan olas y fuertes corrientes, por lo que creyó que los pasajeros pasarían "graves apuros" en caso de caer al mar "incluso con los chalecos salvavidas puestos".

Tanto supervivientes como familiares de las víctimas han criticado la decisión del capitán de demorar una media hora la orden de evacuación tras comenzar a virar la nave, al considerar que esta decisión provocó que muchos de los pasajeros quedaran atrapados y por tanto impidió salvar más vidas.

El capitán del "Sewol" fue detenido esta madrugada junto a otros dos miembros de la tripulación por abandonar presuntamente el barco sin asegurarse de que los pasajeros quedaran a salvo.

Los otros dos detenidos son la tercera oficial, de 26 años de apellido Park, que supuestamente pilotaba el barco cuando ocurrió el accidente, y un timonel de 55 años.

Lee, cuyas imágenes siendo evacuado del ferri por los servicios de rescate han dado la vuelta al mundo, se enfrenta a cinco cargos, incluidos negligencia y violación de las leyes marítimas, y ha sido detenido para evitar que pueda fugarse o destruir pruebas.

En cuanto a las acusaciones de estar ausente de la cabina tras haber cedido el timón a una tercera oficial cuando comenzó a hundirse el buque, Lee también ofreció explicaciones.

El suceso "ocurrió cuando volvía tras una visita rápida a la habitación por razones personales", aseguró, tras dejar claro que no había bebido alcohol.

El capitán no arrojó luz, sin embargo, sobre la causa del hundimiento del barco, que sigue siendo una incógnita aunque se barajan dos hipótesis principales.

Algunos expertos creen que realizó un giro brusco en lugar de cambiar de dirección de forma gradual, lo que pudo desplazar los 180 vehículos y 1.157 toneladas de carga a un lado y finalmente hacer que volcara, aunque también se maneja la teoría de que fue la colisión con una roca lo que provocó el hundimiento.

Mientras, los trabajos de rescate continúan con pocos avances y el buque volcado se ha sumergido por completo.

Cada vez menos posibilidades de encontrar supervivientes

Mientras, las esperanzas de encontrar supervivientes tras el hundimiento del buque surcoreano Sewol, con 270 desaparecidos, se desvanecieron hoy casi por completo ante el escaso progreso del rescate de la nave, cuyo casco quedó sumergido en su totalidad.

Los buzos han seguido intentando sin éxito por tercer día consecutivo penetrar en el transbordador, que descansa volcado sobre el fondo marino en aguas al suroeste del país a 30 metros de profundidad, lo que prácticamente descarta la posibilidad de hallar dentro a algún pasajero con vida.

Los expertos calculan que, en caso de haber bolsas de aire en el interior del buque, podrían permitir la supervivencia hasta unas 72 horas.

Este tiempo ya ha transcurrido sin que las 176 embarcaciones, los 28 helicópteros y aviones y más de 650 buzos desplegados hayan logrado operar su plan de rescate en el interior de la nave.

Al menos cuatro grúas esperan en los alrededores para recuperar el Sewol, pero no han entrado en acción por miedo a que un movimiento brusco en el barco acabe con las vidas de posibles supervivientes que se hallaran dentro.

En las primeras horas de la jornada los buzos avistaron tres cuerpos a través de un cristal, pero no pudieron entrar para recuperarlos, y durante la tarde salieron a flote otros tres cadáveres, que elevan a 32 el número de muertos confirmados.

Entre tanto, el Sewol comenzó a perder combustible y dejó sobre la superficie del mar una mancha de 3.000 metros cuadrados, lo que ha dificultado aún más unas labores de rescate que tuvieron que ser suspendidas durante varias horas por el fuerte oleaje y las corrientes marinas.

Por si fuera poco, el pequeño fragmento del casco que se divisaba en la superficie los pasados días desapareció hoy bajo las aguas, lo que provocó escenas de angustia y desolación en el polideportivo de la localidad costera de Jindo, donde se concentran los familiares de los desaparecidos y desde donde se siguen por pantallas las labores de rescate.

La mayoría de los 270 pasajeros atrapados en el barco son estudiantes de 16 y 17 años que lo abordaron en el puerto de origen de Incheon (en el noroeste del país) con destino a la isla turística meridional de Jeju en un viaje escolar.

Sus padres se aferran, a pesar de la oleada de malas noticias, a las escasas posibilidades de que todavía respiren en una fortuita bolsa de aire formada dentro de la nave y plasmaron su desesperación en mensajes frente a las cámaras para pedir mayores esfuerzos en el rescate.

En el polideportivo de Jindo también se vivieron momentos de extrema tensión cuando algunos de los familiares increparon a las autoridades, a las que acusan de no realizar suficientes esfuerzos y falsear información, lo que llevó a cancelar una de las sesiones informativas sobre el rescate.