Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho debatirán en el Consejo Europeo que hoy comienza en Bruselas la adopción de nuevas sanciones contra Rusia en represalia por la anexión de Crimea. Sin embargo, las sanciones tendrán que limitarse a ampliar la lista de 21 dirigentes rusos y crimeos castigados con privación de visados y congelación de activos, porque la UE carece en estos momentos de unidad para ir más allá.

Los nuevos castigos irán dirigidos a personas situadas en un entorno más próximo al presidente Putin.

La Unión no podrá dar el salto a la llamada tercera fase, que incluye sanciones económicas, comerciales y energéticas. Mientras que Reino Unido, Polonia, Lituania o Suecia piden la máxima dureza contra Rusia, otros países como Alemania o España -preocupados por las repercusiones económicas de las sanciones- abogan por mantener el diálogo y evitar que aumente la tensión.

Lo que sí hará el Consejo Europeo -previsiblemente mañana a primera hora- será firmar la parte política del acuerdo de asociación de Ucrania con la UE, el mismo texto al que renunció el depuesto presidente ucraniano Yanukovich en noviembre, desencadenando las protestas que acabaron con su mandato.

La Haya

Por otra parte, el primer ministro británico, David Cameron, anunció ayer en Londres que la próxima cumbre del G7 (países más industrializados) del próximo lunes en La Haya debatirá la expulsión de Rusia del G8, a la que, por ejemplo, Alemania se opone con rotundidad.