La prensa norteamericana desveló ayer nuevos ataques informáticos de "piratas" cibernéticos chinos contra objetivos estadounidenses; en concreto, de una unidad del Ejército del gigante asiático especializada en la sustracción de datos de empresas y agencias de EE UU.

Según "The New York Times", que cita a funcionarios y expertos informáticos, ese grupo de "piratas" había desistido de sus actividades tras haber hallado las autoridades de Washington "pruebas" de su implicación en sonados ataques anteriores.

Sin embargo, la unidad 61398, que tiene su sede en Shanghai, ha vuelto a trabajar contra los intereses de la primera potencia mundial, afirma el diario neoyorquino.

El "Times" contextualiza la información recordando que Estados Unidos tenía la esperanza de que la difusión de la identidad del grupo de "piratas" cibernéticos chinos fuera suficiente para que los nuevos rectores de la superpotencia pusieran bajo control sus actividades. No ha sido así, aunque el rotativo dice que no está claro quién se ha visto afectado por los últimos ataques de la unidad militar china.

Según las fuentes citadas, la unidad 61398 ya fue responsable de un ataque contra Coca-Cola en 2009, cuando la compañía estadounidense intentó sin éxito comprar el grupo China Huiyan de zumos. En 2011, la unidad atacó RSA, un fabricante de productos para la protección de datos.