Rusia no compartió con Estados Unidos información sobre Tamerlan Tsarnaev, uno de los dos sospechosos del atentado de Boston, que podría haber ayudado a realizar un seguimiento de éste y conocer sus intenciones, según ha revelado el 'Wall Street Journal', que cita fuentes oficiales estadounidenses.

Según estas fuentes, las autoridades rusas no compartieron el contenido de varios mensajes de texto que la madre de Tamerlan envió a un familiar en Rusia en los que hablaba de los planes de su hijo de unirse a grupos armados a los que Moscú acusa de atentados en el Cáucaso cuando solicitaron a Estados Unidos que hiciera un seguimiento de éste.

Al parecer, en uno de estos mensajes, según un responsable estadounidense, la mujer mencionaba que su hijo hablaba en general de la yihad, pero no hablaba concretamente de ningún plan terrorista.

No obstante, las fuentes han reconocido que no está claro si de haber conocido esta información se habría cambiado la actuación en Estados Unidos respecto a Tamerlan, pero una de ellas sí ha apuntado a que por lo menos se habría podido obtener permiso para vigilar sus comunicaciones.

Asimismo, han considerado que el hecho de que Rusia no compartiera esta información cuando en marzo de 2011 la Oficina Federal de Seguridad (FSB) rusa pidió formalmente al FBI que vigilara al hermano mayor de los Tsarnaev quizá obedece al hecho de que quería proteger a sus fuentes o que no daba mucha credibilidad a dicha información.

Sin embargo, las fuentes consultadas por el diario sí han lamentado que las autoridades rusas no respondieran a las peticiones de más información cursadas por el FBI hasta en tres ocasiones a lo largo de ese año, dos de ellas tras dar por cerrado inicialmente el caso en junio tras no hallar nada sospechoso durante los procedimientos iniciales.

Entretanto, las autoridades rusas sí mantuvieron su vigilancia sobre Tsarnaev y le siguieron durante la visita de seis meses que éste realizó a Daguestán, donde viven sus padres, en 2012.

Durante esta visita, las autoridades daguestaníes --que no pueden contactar directamente con el FBI o la CIA-- comprobaron que pretendía contactar con grupos rebeldes y se reunió con un islamista. Sin embargo, esta información nunca llegó a Estados Unidos, según el diario.