Al menos 19 personas han muerto y 130 han resultado heridas tras la explosión de varios bomba en el exterior de cinco mezquitas chiíes de Bagdad y de la ciudad de Kirkuk (norte) al término de la oración del Viernes, según un nuevo balance procedente de la Policía y de los servicios de salud.

Según la Policía, las explosiones se han registrado en cuatro mezquitas del sureste y norte de Bagdad y en otra mezquita de Kirkuk, una ciudad situada a 170 kilómetros al norte de la capital y en la que residen árabes, kurdos y turkmenos. Fuentes médicas y policiales han precisado que 16 personas perdieron la vida en los atentados de Bagdad y las otras tres en Kirkuk.

Las milicias suníes vinculadas al Estado Islámico de Irak, la rama de Al Qaeda en el país, han intensificado este año los atentados contra objetivos chiíes, una situación que podría reavivar los enfrentamientos religiosos que estallaron en 2006 -en los primeros tiempos de la ocupación estadounidense e internacional- tras el atentado con bomba contra la mezquita chií de Askari, en la ciudad de Samarra.

Fuentes de seguridad creen que el Estado Islámico de Irak se está reagrupando en las regiones desérticas del oeste del país, impulsadas por la guerra civil de Siria y por el alistamiento de combatientes islamistas en las fuerzas rebeldes que combaten al régimen sirio de Bashar al Assad.