El rebelde congoleño se entrega en Ruanda

REl líder rebelde congoleño Bosco Ntaganda, buscado por crímenes de guerra y que se entregó en la embajada de Estados Unidos en Ruanda, ha pedido a las autoridades norteamericanas que le entreguen a la Corte Penal Internacional (CPI), informó hoy el Departamento de Estado de EEUU.

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, indicó que Ntaganda ha pedido "específicamente" ser transferido a la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, donde es requerido por crímenes de guerra.

Estados Unidos está realizando consultas con una serie de Gobiernos, incluido el de Ruanda, para "facilitar" la petición, explicó Nuland, quien confirmó la información anunciada por el Gobierno de Ruanda de que Ntaganda, líder del movimiento rebelde M23, se entregó en la embajada de Estados Unidos en Kigali.

Ni Ruanda ni EEUU han ratificado el Estatuto de Roma que estableció la CPI, por lo que no tienen, en principio, obligación legal de entregar al rebelde al tribunal.

No obstante, Nuland expresó el compromiso de Estados Unidos de cooperar con el tribunal internacional, encargado de juzgar y condenar crímenes perpetrados por individuos contra el derecho internacional.

"Apoyamos firmemente la labor que está haciendo la CPI para investigar las atrocidades cometidas en la República Democrática del Congo. Y vamos a seguir trabajando con la corte en este asunto", afirmó la portavoz.

La entrega de Ntaganda se conoce un día después de que el Gobierno de la República Democrática del Congo afirmara que éste escapó el pasado sábado a Ruanda tras la escisión del grupo rebelde que lideraba, el M23, acompañado de un centenar de fieles.

Ntaganda fue jefe del estado mayor del antiguo movimiento rebelde congoleño Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), y es buscado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad.

El Gobierno de la República Democrática del Congo ha acusado en repetidas ocasiones a Ruanda de apoyar a los grupos rebeldes que actúan en el este del país y, en los últimos meses, de respaldar al M23, formado por soldados congoleños amotinados, algunos de ellos miembros del antiguo CNDP.