Hoy es el último día del papado de Benedicto XVI, quien abandonará el Vaticano a las cinco de la tarde hora de Roma (16.00 GMT), tres horas antes de que sea firme su renuncia al Pontificado y comience la Sede Vacante.

Antes de abandonar el Palacio Apostólico, Benedicto XVI se despedirá a media mañana de los cardenales que así lo deseen en la monumental Sala Clementina.

Está previsto que el cardenal decano, Angelo Sodano, le dirija unas palabras. El papa hablará con todos los purpurados, pero de manera individual.

Tras el almuerzo, Benedicto XVI abandonará el Palacio Pontificio del Vaticano a las 16.55 horas de Roma (15.55 GMT).

Será despedido en el Patio de San Dámaso por un piquete de la Guardia Suiza y en un automóvil, acompañado del Secretario de Estado, el cardenal Bertone, se trasladará al helipuerto del pequeño estado, levantado en un lateral de los Jardines Vaticanos, de donde en un helicóptero viajará hasta Castel Gandolfo, a una treintena de kilómetros al sur de Roma.

En el momento en el que el helicóptero emprenda el vuelo sonarán todas las campanas de las iglesias de Roma, la diócesis de Benedicto XVI y lo mismo harán las campanas de Castel Gandolfo cuando aterrice el aparato.

En el helipuerto de la Villa Pontificia será recibido por las autoridades civiles y religiosas locales y alrededor de las cinco y media de la tarde local (16.30 GMT) se asomará al balcón principal de la residencia papal para saludar a los fieles reunidos en la plaza.

Ese será el último acto público del papa y la única señal visible que anunciará que Benedicto XVI ya no es papa se verá a las ocho de la tarde, cuando la Guardia Suiza en la puerta del palacio de Castel Gandolfo concluya su servicio y abandone el lugar.

A partir de ese momento, la seguridad de Ratzinger estará garantizada por la Gendarmería Vaticana.

Inmediatamente comenzará la Sede Vacante, el interregno que va desde que fallece o renuncia un papa y se elige el sucesor.

No hay ceremonia especial, como firmas, ya que como establece el Código de Derecho Canónico lo único que hace falta es que el papa renuncie en plenas facultades mentales y lo haga presente ante los cardenales, lo que ya hizo el pasado 11 de febrero.

A las ocho de la tarde de Roma, hora elegida por el papa por considerar que es cuando concluye el trabajo diario concluirá un pontificado que comenzó el 19 de abril de 2005, cuando fue elegido sucesor de Juan Pablo II en el primer cónclave de este tercer milenio.

Benedicto XVI permanecerá en Castel Gandolfo hasta que estén acabadas las obras de restauración del convento de monjas de clausura existente dentro del Vaticano, donde vivirá.

Ratzinger se lleva a Castel Gandolfo documentos y apuntes privados, mientras que los del pontificado y los de la época en que fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe quedarán en el Vaticano para ser archivados.

"Simple y humilde trabajador"

El cardenal Ratzinger, conocido como "guardián de la fe" por su condición de prefecto para esta Congregación, fue elegido como sucesor de Juan Pablo II el 19 de abril de 2005, cuando, según ha declarado él posteriormente, ya "esperaba retirarse pacíficamente".

Durante su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro como nuevo Pontífice, Benedicto XVI destacó la figura de su predecesor y se mostró sorprendido de que le hubieran elegido a él "un simple y humilde trabajador de la viña del Señor" como nuevo representante de Dios en la Tierra.

Como Papa, enfrentó problemas de la Iglesia, como los abusos sexuales y la reforma del Banco Vaticano. También aporto 'modernidad' al inaugurar, el pasado mes de diciembre, su primera cuenta oficial en la red social Twitter, @Pontifex, con el objetivo de "dar mayor alcance al mensaje evangélico".

El anuncio de la renuncia se ha producido después de un año marcado por el denominado caso 'Vatileaks', el escándalo de la filtración de documentos reservados, que ha concluido con la concesión de la gracia por parte de Benedicto XVI a su exmayordomo, Paolo Gabriele; en medio del Año de la Fe y ante un 2013 que girará en torno a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro (Brasil).

Aunque realizó 24 viajes al extranjero -entre ellos viajo tres veces a España-, Benedicto XVI será recordado por su aportación intelectual, en especial, por sus tres encíclicas, y en especial por la publicada en 2009 bajo el título 'Caritas in Veritate', en la que aborda los temas del desarrollo de los pueblos y de las desigualdades sociales en el marco del principio de la crisis económica.

A lo largo de su vida, también ha escrito numerosos libros aunque dos de sus obras más recordadas serán la trilogía sobre Jesús de Nazaret, en la que aportó datos destacados sobre la vida de Cristo, o el texto autobiográfico 'Mi vida'. A lo largo de su trayectoria, ha compaginado la escritura con la docencia, sobre todo en el ámbito de la filosofía y la teología.

Sorpresa y respeto

Líderes políticos y religiosos de todo el mundo destacaron la figura del Pontífice tras conocer la noticia, calificada de "sorprendente" por los obispos españoles, que afirmaron sentirse "afectados" y "como huérfanos", al mismo tiempo que mostraban su respeto por su voluntad y agradecían su "impagable" servicio.

Una vez concluyan las obras de rehabilitación, Benedicto XVI se trasladará a un antiguo monasterio de clausura en el Vaticano, acompañado por su secretario personal, el padre George Gaenswein, y la familia pontificia que ha estado atendiéndole durante su Pontificado, las cuatro laicas italianas consagradas de la comunidad 'Memores Domini'.

Esta renuncia no es un hecho insólito en la historia de la Iglesia Católica ya que es la última de una lista de al menos cinco Papas que, a lo largo de la milenaria historia de la institución, han tomado esta decisión por distintas causas. El sucesor que resulte elegido durante este mes de marzo será el 266 Papa de la Iglesia católica.