¿Cómo puede una voraz ola gigante engullir una porción de la costa del país más tecnológico del mundo, dotado de boyas de predicción de maremotos y miles de sismólogos?

En la opinión de uno de los mayores expertos en tsunamis –ha dirigido varias tesis doctorales–, el catedrático en Física de la Tierra de la Universidad de Vigo, Moncho Gómez Gesteira, la explicación se debe al escaso margen de maniobra desde la detección del tsunami a su llegada a la costa. Aunque el tsunami se debió al seísmo previo. "Los sistemas de alerta detectan el paso de esa onda rápida y dan un aviso a tierra", explica, "pero el epicentro estaba a 180 kilómetros de la costa, a 10 kilómetros de profundidad y si pensamos que la ola se desplaza a 600 km/h, solo te da quince minutos de reacción", explica. "No da tiempo casi ni de poner en marcha el protocolo de evacuación. Si Indonesia fuese un país más desarrollado, se hubiese salvado más gente, porque estaba más alejado; en el caso de Japón, el problema es que ha ocurrido muy cerca de costa". Gesteira alaba, no obstante, los sistemas de prevención nipones y la arquitectura aislante de los movimientos sísmicos: "Un terremoto de tal magnitud, en cualquier otro país del mundo hubiese sido realmente una catástrofe".

La velocidad de las olas tsunami sigue una fórmula matemática: "Es la raíz cuadrada de G (la aceleración de la gravedad) multiplicada por la profundidad del agua en ese sitio. Si estamos a 3.000 metros de profundidad, avanzará a 600 km por hora. En el momento en el que se acerca a la costa, que ya no puede conservar su velocidad y toca el suelo, su altura aumenta", resume gráficamente el catedrático. Frente a la opinión mayoritaria de la gente, un tsunami solo gana altura cuando se acerca a la costa.

"Un barco puede tocar un tsunami y es una ola pequeñita, pero que viaja muy rápido", explica. Preguntado sobre la posibilidad de un evento de estas características cerca de las costas gallegas, Gesteira asegura que "es sísmicamente muy poco activa". Además, "tenemos las islas que nos defienden muchísimo las costas; es muy poco probable", asegura.

Antecedentes históricos

"He visto las imágenes más impresionantes que se recuerdan", valora. Los terremotos mas intensos de la historia, según el Servicio Geológico de EE.UU, dejan a los 8,9 grados registrados en Japón como el quinto evento sísmico en importancia de la historia, superado por el de Chile (1960) con 9.5; Alaska (1954) con 9.2; Sumatra (2004) con 9.1 y Rusia (1952) con 9.0. Además, en 1755: el gran terremoto de Lisboa generó una ola que golpea a la costa de Portugal, España y Marruecos. En 1883 con la erupción del volcán Krakatoa, la marejada llegó a Sumatra, llevándose la vida de decenas de miles de personas; como el tsunami Sanriku azotó Japón en 1896.