Tanto el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, como el ministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, mostraron su optimismo antes de comenzar las conversaciones de paz en Washington.

Abbas afirmó que en menos de un año se puede alcanzar un acuerdo de paz con Israel, con el que emprende mañana, jueves, negociaciones cara a cara en Washington.

"Un año es mucho tiempo", declaró Abás en una entrevista que publica hoy palestino "Al-Ayyam", editado en la ciudad cisjordana de Ramala, poco después de llegar ayer, martes, a la capital estadounidense para reiniciar el diálogo directo con Israel.

Sobre las negociaciones en ciernes auspiciadas por la Administración del presidente de EEUU, Barack Obama, Abás manifestó que "ha llegado el momento de las decisiones, no de las negociaciones", al tiempo que urgió a Israel "a respetar" los resultados de las que se mantuvieron con anteriores gobiernos israelíes, a fin de "movernos hacia el futuro".

"No tenemos objeciones a poner en práctica el acuerdo en dos, tres o cuatro fases", dijo Abás a la emisora "Voz de Palestina", al destacar que el acuerdo de paz firmado por Egipto con Israel, que se alcanzó en Camp David en 1979, se desarrolló en tres fases.

También instó a Israel a prorrogar la moratoria parcial en la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania, que concluye el 26 de septiembre, a fin de permitir que las conversaciones sean "serias".

Por su parte, el titular israelí de Defensa, Ehud Barak, afirmó que Israel está dispuesto a entregar a los palestinos Jerusalén Este, y que el ataque que ayer costó la vida a cuatro colonos judíos no impedirá la nueva negociación de paz.

En una entrevista que publica hoy el diario Haaretz, Barak también asegura que las negociaciones directas que se ponen hoy en marcha en Washington estarán basadas en el principio de "dos Estados para dos naciones".

"Jerusalen Oeste y doce barrios judíos, donde viven 200.000 personas, serán nuestros. Los barrios árabes, donde viven cerca de un cuarto de millón de personas, serán suyos", dice Barak, que agrega que "un régimen especial regirá en la antigua ciudadela", la parte mas disputada de Jerusalén y que alberga el Muro de las Lamentaciones y la llamada Explanada de las Mezquitas.