Los colegios electorales de Irak comenzaron a cerrar sus puertas a partir de las 17.00, hora local (14.00 GMT), aunque podrán seguir abiertos aquellos centros en los que aún haya electores pendientes de emitir su sufragio.

La jornada ha estado marcada por numerosas explosiones en Bagdad, especialmente a primeras horas de la mañana, que han causado más de veinte muertos y medio centenar de heridos.

Un total de 18,9 millones de iraquíes estaban convocados hoy a las urnas para elegir a un nuevo Parlamento, del que saldrá la próxima coalición gobernante y el presidente de Irak, con menos funciones ejecutivas que el primer ministro.

Una vez cerrados los centros de votación, comenzó el recuento de sufragios, según informaron las autoridades electorales.

Los resultados de cada urna serán enviados a la Comisión Electoral, que no ha indicado cuándo podrá estar listo el escrutinio final, que se espera se prolongará por varias semanas.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha declarado que los comicios "son un hito importante en su historia", y ha elogiado el "coraje" de los iraquíes que "desafiaron las amenazas para ampliar su democracia" y votaron en estas elecciones, las segundas desde la invasión estadounidense de Irak, en marzo de 2003.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, por su parte, ha calificado la jornada de hoy como un "día de victoria" contra los "asesinos que no quieren la democracia", ha dicho en un mensaje que dirigió desde la televisión estatal.