Dos minutos duró el terremoto de 8,8 grados en la escala Ritcher que el pasado sábado azotó Chile. Fueron 120 segundos que se hicieron eternos para los chilenos, que los vivieron entre gritos de terror y pánico, mientras la tierra rugía y se resquebrajaba.

Cientos de miles de ciudadanos temieron por sus casas, por sus vidas, por sus familias… En lugares como Tacalhuano, lo que aguantó la violencia de la tierra se lo ha tragado el mar.

Y es que el terremoto trajo un tsunami con olas de hasta 20 metros que han anegado lo poco que el temblor había respetado. Restos que salen a flote y conforman nuevas playas como en la isla de Juan Fernández, que inspiró la historia de Robinson Crusoe.

Toque de queda

En Concepción, la ciudad más afectada, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha decretado el toque de queda en la región. Miles de ciudadanos se han echado a las calles y con el temor a quedar desabastecidos han saqueado supermercados, farmacias, cajeros automáticos y otros comercios que permanecían cerrados desde el viernes, en una búsqueda desesperada de alimentos y productos básicos de supervivencia.

Aunque muchos se han subido a sus automóviles y han abandonado la ciudad después de esperar largas colas para adquirir combustible, cuyo suministro está fuertemente restringido, la inmensa mayoría han arramplado con todo lo que han podido para pasar una larga noche en sus casas.

De esta forma, Concepción se ha transformado durante horas en una ciudad sin ley, en la que los carabineros (policía militarizada) se han visto desbordados por una situación incontrolable.

Mientras corrían de un lado para otro, todos los ciudadanos coincidían en resaltar la falta de organización por parte de las autoridades, que en ningún momento les ha indicado cómo debían actuar.

"La organización ha sido pésima. Las autoridades ni siquiera han aparecido por aquí. Sólo las escuchamos por la radio. Lamentable", denunció Ximena Ruiz, de 46 años, cuando con apenas media hora restante antes del toque de queda trataba de conseguir algo de agua potable.