El presidente checo, Vaclav Klaus, se ha mostrado "satisfecho" por las garantías acordadas ayer por los Estados miembros de la Unión Europea y asegura que no planteará más condiciones para firmar el Tratado de Lisboa, según anunció su oficina en un comunicado.

El Consejo Europeo accedió a la petición checa de que la Carta de Derechos Fundamentales que figura en el Tratado no se aplique al país para evitar posibles reclamaciones de los alemanes expulsados de la región de los Sudetes tras la Segunda Guerra Mundial.

Klaus ha agradecido a todos los que contribuyeron a encontrar una solución y permitir que República checa comparta la misma excpeción que en su momento lograron Reino Unido y Polonia.

"La solución que adoptaron los jefes de Estado fortalece de manera significativa la protección de la República Checa y reduce el riesgo de la inseguridad jurídica y los derechos de propiedad de los ciudadanos checos", asegura Klaus.

Zapatero evita opinar

Las últimas exigencias del presidente checo han hecho tambalear la ratificación del texto. Preguntado por esta situación, Zapatero evitó valorar la actuación de Klaus porque dijo preferir "anteponer algo más importante" que su opinión y que es el "ferviente deseo" de que Lisboa sea ratificado totalmente y pueda entrar en vigor antes de que finalice el año.

"Hemos pasado momentos delicados para ratificar Lisboa y ya acariciamos el momento final, vamos a intentar llegar en la mejor situación posible para que nada se tuerza (...), porque es la máxima importancia de la UE. Poco añadiría mi opinión sobre lo que ha supuesto la actitud del presidente Klaus", concluyó.