"Creo que haremos un buen equipo". La canciller alemana, Angela Merkel, y el jefe del Partido Liberal (FDP), Guido Westerwelle, presentaron ayer en Berlín el programa de gobierno de la nueva coalición que a partir del miércoles gobernará Alemania por cuatro años.

El futuro gobierno alemán apostará por las rebajas fiscales y el apoyo a las familias y a las pequeñas y medianas empresas como fórmula central para combatir la crisis económica y volver a la senda del crecimiento económico.

Así se desprende del acuerdo de coalición, presentado ayer por la canciller, Angela Merkel, el futuro vicecanciller y jefe del Partido Liberal (FDP), Guido Westerwelle, y el presidente de la Unión Socialcristiana (CSU) y primer ministro bávaro, Horst Seehofer.

"Cumpliremos lo que dijimos durante las elecciones y no subiremos impuestos sino, por el contrario, rebajaremos las cargas fiscales para los ciudadanos y las empresas", dijo Merkel, también presidenta de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU).

La canciller subrayó además que la promesa de no subir impuestos era válida para los cuatro años de la legislatura.

Westerwelle, por su parte, dijo que el acuerdo de coalición tenía un sello liberal y celebró las rebajas fiscales proyectadas, aunque éstas no alcancen el monto que propuso su partido durante la campaña electoral. "Queremos que otra vez merezca la pena trabajar y que los ciudadanos obtengan más de su salario bruto", dijo Westerwelle.

Apoyo a las familias

"Queremos que las familias sean aliviadas y empezaremos con ello el 1 de enero del año próximo", agregó el futuro vicecanciller.

El subsidio familiar deberá aumentarse de los 164 euros mensuales actuales a 200 euros y la cantidad desgravable por hijo deberá subir de los 6.024 euros al año a 7.004 euros. En total, se calcula que las ayudas a las familias deberán tener un coste para el Estado de 8.500 millones de euros.

Además, se aplicarán modificaciones a la ley de imposición a las empresas y al impuesto sobre las herencias que significarán un alivio global de 2.500 millones de euros.

A eso deberá agregarse la reforma fiscal que se concentrará en modificar lo que se llamado la ´progresión fría´ que en ocasiones lleva a que las alzas salariales sean devoradas en buena parte por el cambio de tarifa fiscal y que deberá aprobarse en 2011.

En total, se proyecta una rebaja fiscal de 24.000 millones de euros que se realizará en varios pasos y que deberá cerrarse en 2013.

Lucha contra el paro

La canciller defendió ayer las rebajas fiscales pese a la difícil situación financiera diciendo que la única forma de enfrentar el reto de la consolidación presupuestaria era fomentando el crecimiento y el empleo. "Por 100.000 parados menos habrá cerca de 2.000 millones de euros menos de costos", dijo Merkel.

Westerwelle criticó duramente a quienes son partidarios de subir impuestos para combatir los gastos de la crisis financiera. "Sería absurdo haber creado un fondo para proteger a los bancos de la crisis y luego decir que los trabajadores tienen que pagarlo con sus impuestos", afirmó Westerwelle.

El acuerdo también contempla una reforma de la financiación del sistema sanitario que en principio deberá llevar a que se congele la cuota por trabajador que pagan los patronos y a crear un aporte que deberá pagar cada empleado, independientemente de sus ingresos.

Los trabajadores de bajos ingresos deberán recibir una compensación -a través del sistema fiscal- por lo tengan que pagar para la financiación del sistema sanitario.