Cuando se cumple un año de mandato de Barack Obama, es su esposa Michelle la que cobra mayor protagonismo. Su elegancia y saber estar la han catapultado a la fama a pasos agigantados, y ya se ha colado en las listas de las mujeres mejor vestidas del mundo, que realiza la revista "People".

La primera dama cuenta ya hasta con una muñeca a su imagen y semejanza. La muñeca de unos 15 centímetros de altura se venderá a un precio de 12,99 dólares cada una y se unirá a las ya existentes del presidente Barack Obama y de las hijas de la pareja, Sasha y Malia.

Además de por aspectos más o menos frívolos, Michelle Obama se está empleando a fondo en fomentar medidas de carácter social. De hecho, Michelle se ha erigido como defensora férrea de la reforma sanitaria que quiere realizar Barack.

Según la primera dama, la reforma de salud que analiza el Congreso pretende reducir los costos de salud, ampliar las opciones de seguro para los pacientes y prohibir que las aseguradoras nieguen cobertura médica para condiciones médicas preexistentes.

Uno de los actos más divertidos en el que participó Michelle, fue la visita a unos 60 niños de colegios del área metropolitana de Washington. Allí, antes de probar refinadas recetas elaboradas con frutas y hortalizas y de sorprender a los niños con su habilidad con el 'Hoola Hoop', la primera dama se puso seria y pidió a los pequeños que "ayuden a sus padres con las difíciles decisiones sobre qué comer", y que no pongan mala cara cada vez que les sirven verdura.

Michelle Obama sin duda alguna es la mejor embajadora de la política de su marido, tiene carisma y es una mujer concienciada con los problemas actuales de la sociedad. En este año de mandato de Barack, quizás lo mejor haya sido conocer a su mujer, que es sin duda una ejemplar primera dama.