Asimismo, señaló que Castro le trasladó la "gratitud" de Cuba al "empresariado español, siempre dispuesto a colaborar y a apostar por su presencia" en la isla y se comprometió "personalmente" a que satisfagan "todos los pagos y deudas" que tienen los empresarios españoles en la isla. Unos 280 empresarios tienen bloqueados en bancos cubanos cerca de 300 millones de dólares por problemas de liquidez, lo que ha puesto a muchos de ellos en una situación delicada. Las devoluciones, aclaró el ministro, se harán con "un calendario" y teniendo en cuenta "la situación financiera difícil por la que pasa Cuba".

El jefe de la Diplomacia también tuvo ocasión de hablar con el presidente cubano del caso del empresario español Pedro Hermosilla, detenido desde hace un mes por presuntos cargos de corrupción. Según dijo, Castro ha tomado "buena nota del interés" del Gobierno español y le ha "prometido que estudiarán el caso con gran interés".

Según el ministro, la normalización incluyó conversaciones sobre derechos humanos, la deuda con España que asciende a 2.000 millones de dólares, otros 300 millones que debe La Habana a empresarios españoles e incluso la reciente retirada de Cuba de los agentes de la inteligencia española.

"Hay normalización en todos los sentidos", dijo Moratinos, sin dar más detalles, cuando le preguntaron si volverá a tener la embajada de España en la isla agregados del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

Evitó reunirse con la disidencia

De su negativa a reunirse con representantes de la disidencia interna cubana, dijo que "España tiene una vocación clara de defensa de los derechos humanos, pero buscando resultados", y que ha hablado de ello con Castro y su canciller.

"No he venido a Cuba a reunirme con un sector de la sociedad cubana en particular -agregó-. He venido aquí para reforzar las relaciones bilaterales (...) que beneficien el proceso de reformas que está llevando Cuba".