El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó ayer un informe que condena a Israel y al movimiento islámico Hamás, fuerza hegemónica en Gaza, por haber cometido crímenes de guerra durante la ofensiva hebrea de diciembre de 2008 y enero pasado en el territorio ocupado, saldada la muerte de 1.400 palestinos y 10 israelíes.

De los 47 países que forman el órgano de Naciones Unidas, 25 apoyaron la resolución sobre el llamado Informe Goldstone, seis la rechazaron, once se abstuvieron y cinco no votaron. Sólo los países islámicos, africanos y no alineados dieron un sí unánime al texto, que contó también con el apoyo de algunos países latinoamericanos, mientras que los europeos votaron divididos.

Los patrocinadores del texto sólo consiguieron 25 apoyos a una resolución que solicita que se cumplan las recomendaciones de la misión investigadora de la ONU sobre lo acontecido en la ofensiva israelí en Gaza.

Israel rechazó y tachó de "injusta" la decisión. El máximo líder de Hamás, Jaled Meshal, calificó la aprobación del informe como "una victoria de los palestinos y sus mártires", mientras que su enemigo en el campo palestino, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, afirmó que "la decisión se convertirá en un medio de presión para proteger a los palestinos contra Israel".

Precisamente, Egipto decidió ayer retrasar la firma del acuerdo para la reconciliación de los dos principales movimientos palestinos, Al Fatá y Hamás, debido a que, informó El Cairo, han surgido "nuevas complicaciones". Las fuentes egipcias aludieron a la creciente tensión entre ambos grupos, dos días después de que se anunciase a bombo y platillo la firma, el próximo día 25, de un acta de reconciliación que debía ir seguida de una convocatoria de las aplazadas elecciones palestinas.