Bolivia inició la campaña electoral para los comicios generales del 6 de diciembre con el presidente Evo Morales como claro favorito en las encuestas, y a mucha distancia de sus rivales, para lograr su primera reelección.

El último de los sondeos electorales, otorga al izquierdista Morales una intención de voto del 47 por ciento, unos 30 puntos por delante de su más inmediato rival, el ex prefecto opositor de Cochabamba Manfred Reyes Villa.

De confirmarse esa cifra el 6 de diciembre, el gobernante indígena obtendría la victoria electoral en primera vuelta, aunque sin mayoría absoluta. Sin embargo, otros sondeos anteriores amplían el respaldo de Morales a un 54 por ciento.

De hecho, las "apuestas" que se cruzan en Bolivia no se refieren tanto a qué candidato ganará sino cuál será el porcentaje de apoyo que conseguirá Morales y si su Movimiento al Socialismo (MAS) logrará el control de la futura Asamblea Plurinacional (actual Congreso Nacional), integrada por la Cámara de Diputados y el Senado.

La impresión que da el propio presidente es que no solo quiere ganar sino arrasar: no oculta su deseo de lograr una mayoría de dos tercios en la Asamblea para impulsar las numerosas leyes que requerirá la implantación de la nueva Constitución de Bolivia.

Sin embargo, el presidente también ha garantizado que no planea usar esa mayoría cualificada, si la consigue, para reformar la Constitución y poder optar dentro de cinco años a otra eventual reelección.

Con el inicio hoy de "la propaganda electoral para partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas", fijado en el calendario de la Corte Nacional Electoral (CNE), se abre formalmente la carrera hacia el 6 de diciembre, en la que participan ocho candidaturas.

Los rivales de Evo

El principal rival de Morales, según los sondeos, es el ex gobernador Manfred Reyes Villa, que se presenta bajo las siglas Plan Progreso para Bolivia (PPB) y acompañado como candidato a la vicepresidencia por el también ex prefecto Leopoldo Fernández, en prisión desde hace más de un año y a la espera de juicio por la matanza ocurrida en la región de Pando en 2008.

Manfred Reyes abrió su campaña acudiendo a una misa en la ciudad central de Cochabamba, mientras sus seguidores, entre ellos la mujer de Leopoldo Fernández, hicieron lo propio en La Paz.

Otro de los candidatos opositores, el empresario paceño Samuel Doria Medina, celebró un acto en la ciudad de Santa Cruz (este), donde destacó la importancia de este departamento para el proceso electoral, ya que "lo que pase el 6 de diciembre en Santa Cruz va a ser determinante en todo el país", dijo.

Así lo debe entender también el propio Morales, quien ha preferido abrir su campaña nacional el viernes en el departamento cruceño, cuyos líderes políticos y empresariales son opositores al mandatario.

"El 9 de octubre nosotros arrancamos nuestra campaña en todo el país y, sin lugar a dudas, para nosotros Santa Cruz se convierte en la nueva plaza y el bastión que tiene el MAS", dijo a Efe el diputado Jorge Silva, portavoz de la campaña oficialista.

El presidente Morales reveló recientemente a corresponsales extranjeros que sus asesores de campaña le aconsejan centrar esfuerzos en las regiones opositoras de Santa Cruz y Beni, así como en las principales ciudades del país, donde el mandatario cuenta con menos apoyo que en las áreas rurales.

El resto de las candidaturas en liza en Bolivia son la Alianza Social (AS) de René Joaquino, el izquierdista alcalde de Potosí; "Gente", con el ex oficialista Román Loayza como candidato; "Pulso", liderada por el campesino Alejo Véliz; Movimiento de Unidad Social Patriótica (MUSPA) encabezada por Ana María Flores y Bolivia Social Demócrata (BSD) del ex fiscal Remi Choquehuanca.

Los sondeos otorgan a Doria Medina alrededor de un ocho por ciento, a René Joaquino un respaldo del tres por ciento, mientras que el apoyo al resto de candidaturas no llegaría al uno por ciento.

Joaquino, que también abrió campaña con una misa pero en La Paz, explicó a Efe que concurre a la cita electoral con un mensaje de "reconciliación" y de "unidad" del país para luchar contra la pobreza y el desempleo, que a su juicio son los verdaderos enemigos.

Los bolivianos elegirán el próximo 6 de diciembre al presidente y al vicepresidente del país y a los miembros de la futura Asamblea Plurinacional, formada por 130 diputados y 36 senadores.