El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo hoy que no dimitirá tras la sentencia del Tribunal Constitucional que ha invalidado la ley de inmunidad de los cuatro altos cargos del Estado y aseguró que sigue "adelante, tranquilo y con más fuerza que antes" y dejará "en ridículo" a sus acusadores.

"El Gobierno continúa serenamente, con más ganas si cabe, ya que se considera absolutamente indispensable para la democracia y para el bienestar del país", dijo a Radio Rai al comentar la decisión del Constitucional, que ha derogado la ley conocida como "Laudo Alfano", que impedía que prosiguieran los juicios que tiene pendientes.

Berlusconi añadió que ha gobernado sin esa ley desde 2001 a 2006 "y continuaremos" haciéndolo sin ella. Consideró que los dos casos en los que se le implica son "farsas, ridículos y absurdos" y que lo demostrará a los italianos, "incluso acudiendo a la televisión".

"Me defenderé más veces en los tribunales y expondré al ridículo a los acusadores, mostrando a los italianos de que material están hecho", añadió el primer ministro. Y agregó: "menos mal que está Silvio (él), ya que de otra manera el país acabaría en manos de la izquierda que tiene una organización en la magistratura que usa el poder judicial con fines políticos".

En su misma línea de ayer, volvió a acusar al jefe del Estado, Giorgio Napolitano, de ser de izquierdas. Anoche nada más conocer la sentencia del Constitucional, Berlusconi acusó al Presidente de la República de no haberle defendido y dijo que "todos sabemos de que parte está". Napolitano respondió que él está de la parte de la Constitución.