Se trata del primer informe sobre el tema realizado por el departamento de Estado bajo la batuta de Hillary Clinton.

El nuevo gobierno estadounidense dejó a Cuba en su "lista negra" porque alberga a algunos terroristas, aunque reconoció que ya no apoya a movimientos armados en América Latina y otras regiones.

"Miembros de ETA, las FARC y el ELN permanecieron en Cuba en el 2008, algunos de los cuales habían llegado a Cuba en conexión con negociaciones de paz con los gobiernos de España y Colombia", dijo el informe.

Además, las autoridades cubanas siguieron con su defensa pública de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que Estados Unidos considera un grupo terrorista, señala el documento.

Al mismo tiempo, el departamento de Estado apuntó que Castro ha pedido a las FARC la liberación sin condiciones de los cautivos que retiene y ha condenado el maltrato de rehenes y el secuestro de políticos.

Estados Unidos no cuenta con pruebas de operaciones de lavado de dinero vinculado al terrorismo en Cuba, aunque aseveró que su sistema bancario es muy opaco.

Además, el gobierno cubano sigue permitiendo que residan en su territorio fugitivos estadounidenses que pertenecen a grupos como Ejército Popular Boricua-Los Macheteros y el Ejército de Liberación Negra, señala el informe.

Sin embargo, no ha dado cobijo a nuevas personas buscadas por terrorismo desde el 2006, según el documento.

La designación como país patrocinador del terrorismo acarrea sanciones, incluida la prohibición de que Estados Unidos le venda armas y le dé asistencia económica.

Además de Cuba, integran la lista Irán, Siria y Sudán. Estados Unidos sacó a Corea del Norte del grupo el 11 de octubre del 2008, tras alcanzar un acuerdo con el país para poner fin a su programa nuclear.