La ayuda pretende aumentar la capacidad de las agencias paquistaníes para luchar contra el terrorismo, dijo Brown en rueda de prensa conjunta con su homólogo de Pakistán, Yusuf Razá Guilani.

El primer ministro británico insistió en que su país y Pakistán se enfrentan a "una amenaza común" ya que "el terrorismo y el extremismo desestabilizan" ambas sociedades.

"Nos apoyaremos el uno al otro en las actividades antiterroristas", dijo. "Buscamos una cooperación transfronteriza más estrecha. Estamos preparados para poner recursos", añadió, en alusión también a Afganistán, país en el que hizo una escala sorpresa en su viaje hacia Islamabad.

Brown anunció, además, que la mitad de los 250 millones de libras ya comprometidos por su Gobierno para Pakistán en los próximos cuatro años se destinará a educación en las zonas tribales, lo que redundará en beneficio de 300.000 niñas de la escuela secundaria.

La visita de Brown coincidió con una ofensiva que el Ejército lanzó ayer, y que continuaba hoy, contra la insurgencia talibán en el distrito de Dir, en la Provincia de la Frontera del Noroeste (NWFP) y que, según los comunicados oficiales, ha causado 46 muertos, entre ellos un comandante talibán.

"La operación va a continuar en Dir hasta que hayamos asegurado la zona", dijo a Efe un portavoz del Ejército.

El Gobierno de la NWFP había ordenado a las fuerzas de la guardia de frontera desplegarse en el área después de que en las últimas semanas varias decenas de talibanes se adentrasen en Dir desde el valle de Swat.

"No se trata de una operación, sino de represalias", dijo hoy el ministro de Información de NWFP, Mian Iftikhar, en declaraciones a los medios, que también informaron de que varios millares de lugareños han abandonado Dir en los últimos dos días.

"Las fuerzas de seguridad continuarán con la ofensiva hasta expulsar a los insurgentes de Dir", aseguró a Efe el portavoz del Gobierno de la NWFP, Zahid Bunairi, que admitió que el Ejército aún no tiene el "control completo" de la zona.

"Los insurgentes que han venido a Dir quieren boicotear el proceso de paz en Swat", denunció. En el valle de Swat, las autoridades habían firmado en febrero un acuerdo de paz con la insurgencia que supone la aplicación de la "sharía" (ley islámica) en la división regional de Malakand, en la que se hallan todos esos distritos.

El pacto fue respaldado por el Parlamento nacional y rubricado después por el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, pero el avance talibán hacia distritos vecinos a Swat como Buner (al sur), Shangla (este) y Dir (oeste) ha suscitado preocupación tanto en la clase política paquistaní como entre la comunidad internacional.

Brown no quiso hoy abundar en las críticas que el acuerdo ha suscitado y sólo dijo que éste "es una decisión del Parlamento paquistaní".

Guilani, por su parte, reiteró la versión oficial de que "si la paz no se restaura" en Swat, el acuerdo será "revisado".

Los analistas consideran que la ofensiva en Dir, que llegó tras el envío de refuerzos militares también a Buner, es el preámbulo de una nueva operación contra la insurgencia en Swat, donde una fuente de inteligencia consultada por Efe calculó que operan cerca de 2.500 talibanes armados.

"Actuamos bajo órdenes del Gobierno. Todavía se apuesta por dar una oportunidad al proceso reconciliador, pero hay provocaciones, es cierto, y si se registran violaciones serias del acuerdo de paz el Ejército se verá obligado a actuar", abundó a Efe el portavoz militar.

La ofensiva de Dir ha llevado al grupo islamista Tehreek-e-Nafaz-e-Shariat Muhammadi (TNSM, Movimiento para el Refuerzo de la Ley Islámica), que medió en el acuerdo, a suspender las conversaciones con las autoridades mientras duren los ataques.

"Si no suspenden el ataque, no dialogaremos con ellos (el Gobierno). Están rompiendo el acuerdo de paz y causando muchas muertes", expuso a Efe el portavoz del TNSM, Izzat Khan.