Según la agencia estatal KCNA, Corea del Norte aseguró hoy que ha vuelto a procesar barras de combustible nuclear en su principal planta atómica, la central de Yongbyon, al norte de la capital, en rechazo a las "fuerzas hostiles".

Eso supone que el país comunista ha comenzado a extraer plutonio del combustible nuclear que almacena en dicha planta.

El reactor nuclear de Yongbyon estaba inactivo desde 2007, cuando los seis miembros del diálogo para la desnuclearización de Pyongyang (EEUU, Rusia, Japón, China y las dos Coreas) alcanzaron un acuerdo por el que Pyongyang se comprometió a desmantelar esa central nuclear a cambio de ayudas económicas e incentivos políticos.

Según informó hoy la agencia estatal norcoreana KCNA, el régimen comunista de Corea del Norte alegó que "contribuirá a impulsar la disuasión nuclear en defensa propia con el fin de hacer frente a las crecientes amenazas militares de las fuerzas hostiles".

Así, Pyongyang comenzó su rearme nuclear menos de dos semanas después de lanzar su amenaza y boicot a las negociaciones a seis bandas, tras la condena del Consejo de Seguridad de la ONU al país comunista por su lanzamiento de un cohete de largo alcance efectuado el pasado 5 de abril.

La condena del Consejo de Seguridad de la ONU se produjo al considerar el lanzamiento norcoreano como un ensayo de su programa de misiles de largo alcance y un incumplimiento de la resolución 1718 aprobada en 2006 después de una prueba nuclear norcoreana.

A la vez, Corea del Norte ordenó la expulsión de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y de Estados Unidos que vigilaban su proceso de desmantelamiento nuclear.

El anuncio norcoreano de hoy se produjo un día después de que un comité del Consejo de Seguridad de la ONU acordara imponer sanciones a tres firmas vinculadas con el aparato militar de Corea del Norte por su presunta participación en el lanzamiento del cohete, que EEUU vio como una prueba de su programa de misiles.

El consejero de la Representación Diplomática norcoreana ante la ONU, Park Duk-hoon, ya manifestó un "rechazo total" a esta decisión del organismo internacional.

El diplomático norcoreano alegó que la decisión de la ONU es un desafío contra los tratados internacionales, dado que el uso pacífico del espacio es un derecho de todos los países, dijo.

La decisión de boicotear el diálogo nuclear por parte del régimen comunista parece firme ya que este país reiteró su postura durante la visita del ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, este jueves a Pyongyang.

Ahora crece el temor a una nueva prueba nuclear por parte de Pyongyang, tras la primera realizada en octubre de 2006.

Una posible prueba nuclear, junto a la detención desde hace un mes de las dos periodistas norteamericanas que, según anunció ayer Pyongyang, serán juzgadas, podrían ser utilizadas como bazas para presionar al Gobierno del estadounidense Barack Obama, según expertos surcoreanos.

Estos analistas opinaron que el creciente desafío norcoreano está destinado a presionar a EEUU para abrir negociaciones bilaterales entre Pyongyang y Washington, descartando la reunión multipartita a seis bandas.

La escalada de tensión abierta en la península coreana afecta además a las relaciones de las dos Coreas y ha dejado en entredicho el destino del complejo industrial conjunto de Kaesong, símbolo de la reconciliación de las dos Coreas.