La capital mexicana y el colindante Estado de México están en estado de alerta social por un brote de gripe porcina que causó 16 muertos y otros 45 casos sospechosos, por lo que las autoridades suspendieron las clases de las escuelas y la universidad.

Además, hay 943 casos sospechosos de enfermos hospitalizados que presentan síntomas parecidos de infección en las vías respiratorias, y son analizados por las autoridades sanitarias para determinar si se trata de la misma cepa de gripe.

La misma variante de gripe fue detectada también en Estados Unidos, país donde se registraron siete casos.

Hospitales

El presidente de México, Felipe Calderón, canceló ayer todas sus actividades para atender personalmente la situación, mientras miles de personas se agolpan en los hospitales de la capital mexicana para vacunarse contra la gripe tradicional, aunque en la mayoría de los sitios está agotada.

La mayor parte del personal en los hospitales recibió ya la vacuna, y en el aeropuerto los agentes migratorios cuestionan a los turistas si presentan los síntomas de lo que ya es considerado como una epidemia.

El Gobierno decidió suspender las clases en Ciudad de México, donde viven unos 18 millones de personas, y en el Estado de México, lo que afecta a 7,5 millones de estudiantes y a 420.000 maestros distribuidos en unas 30.000 escuelas, según la prensa.

“Es un nuevo virus mutante capaz de causar una epidemia (...), y es muy contagioso, aunque no es el virus de la gripe aviar que es mucho más agresivo”, declaró el ministro de Salud de México, José Angel Córdova.

La gripe porcina es un subtipo de la tradicional cepa H1N1 (influenza estacional), que mutó de cerdos a humanos, aunque el ministro descartó categóricamente que el consumo de carne o el contacto con estos animales sea foco de contagio. Los síntomas son fiebre superior a 39 grados, se presenta de manera repentina, con tos, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y de articulaciones, irritación de los ojos y flujo nasal.