El país lleva dos décadas sumido en conflictos que han generado un desastre humanitario, y hoy se celebra por vez primera una conferencia internacional de donantes de esta importancia, en medio de la oleada de ataques a barcos de todas las naciones que deben atravesar el Golfo de Adén.

Además, la comunidad internacional ha legitimado al gobierno de transición del presidente somalí, Shaif Sheij Ahmed, quien agradeció este respaldo económico de la comunidad internacional y afirmó que tratará de controlar un territorio que en la actualidad está en gran medida en manos de "señores de la guerra".

Garantizó que hará "todo lo que esté en su mano" para "restaurar la paz en Somalia, salir de la crisis y hacer de Somalia un remanso de paz".

"Aunque haya habido un fracaso tras otro en los últimos veinte años (para conseguir la estabilidad), lo vamos a volver a intentar, y mi gobierno tiene el apoyo popular, de la comunidad internacional y los países vecinos, por eso pensamos que podemos triunfar", aseguró.

La cantidad recaudada para mejorar la inseguridad se destinará en su mayor parte a la misión de paz de la Unión Africana (AMISOM), y el resto para contratar a 10.000 policías y 6.000 efectivos para las fuerzas de seguridad somalís.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, advirtió de que "el gobierno debe asegurar que estas fuerzas protejan a los civiles y respeten los derechos del hombre", preguntado por las denuncias de las ONG de que han perpetrado violaciones de los derechos humanos.

Sobre la reciente instauración de sharia (ley islámica) por el gobierno somalí, el secretario general mostró su "respeto" por las decisiones de todas las naciones, siempre que se cumpla el requisito mínimo de respetar los derechos del hombre.

Todos los participantes en esta Conferencia coincidieron en que las raíces del problema de la piratería hay que buscarlas en dos décadas de caos político en tierra.

Somalia vive una situación de anarquía desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre y tomaron el poder "señores de la guerra", al frente de grupos armados privados, que se disputan el control del territorio con milicias armadas integristas islámicas.

El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Jean Ping, aseguró que "esta situación de anarquía ha sido explotada por empresarios sin escrúpulos y elementos opuestos a la paz, para hacer la guerra económica".

El primer presidente somalí en ser reconocido por la comunidad internacional aseguró que el fenómeno de la piratería "no durará para siempre".

En este diagnóstico coincidió el alto representante para Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, para quien "la impresión hoy, sin duda, es que será posible vencer" este fenómeno.

Por su parte, España se comprometió a destinar "al menos" seis millones de euros al fortalecimiento de las estructuras de seguridad somalíes y de la misión en ese país de la Unión Africana (AMISON).