Un joven africano implicado en el ataque de piratas a un carguero estadounidense y el secuestro de su capitán comparecerá ante un juez federal después de haber sido trasladado a Nueva York para ser juzgado. El presunto pirata, identificado como Abduhl-i-Musi, llegó a Nueva York el lunes esposado y rodeado de numerosos efectivos de seguridad, con el brazo izquierdo vendado y mostrando en ocasiones una abierta sonrisa, según imágenes emitidas por algunas cadenas televisivas.

Por el momento no se conocen detalles precisos en torno a la próxima comparecencia en un juzgado federal de Manhattan del joven africano. La Fiscalía en Manhattan señaló que la política de esa oficina era “ni confirmar ni negar la existencia de investigaciones”. El joven es el único superviviente del grupo de cuatro piratas que el 8 de abril abordó el buque “Maersk Alabama”, que iba rumbo a Mombasa (Kenia) con un cargamento del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.

Por su parte, el presidente de la asociación belga de armadores, Nicolas Saverys, pidió ayer a las autoridades la presencia de militares armados a bordo de los buques mercantes y de más navíos de escolta para afrontar la acción de los piratas.

La presencia de soldados armados que protejan a los mercantes y disuadan a los piratas “es nuestra petición explícita a las autoridades”, señaló Saverys en unas declaraciones a la agencia Belga. Piratas somalíes capturaron el pasado sábado el buque belga “Pompei”, una draga que navegaba a unas cien millas al norte de las islas Seychelles con diez tripulantes a bordo.

Asimismo, la Asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros Congeladores (Anabac) reclamó ayer que parte del dispositivo naval de la Operación Atalanta contra la piratería en aguas de Somalia sea asignado a la protección de la flota pesquera “de forma permanente” a fin de que puedan efectuar sus labores extractivas “con la tranquilidad necesaria”.