El Ayuntamiento de L’Aquila, dirigido por el alcalde Massimo Cialente, pidió ayuda en un telegrama enviado, entre otros, al departamento de Protección Civil del Gobierno italiano cinco días antes de que se produjera el gran seísmo del pasado 6 de abril que se ha cobrado 295 vidas. El telegrama, del que informó ayer el diario italiano “La Repubblica”, daba cuenta de los continuos temblores de tierra registrados en la ciudad meses antes de la tragedia y del mal estado de algunos edificios, para lo que Cialente pedía la declaración del estado de emergencia.

“En relación a los graves y constantes episodios sísmicos cuyo inicio se remonta al 16 de enero pasado, bajo forma de cotidianos goteos de terremotos de unas doscientas sacudidas o más, culminados con un temblor de cuarto grado el 30 de marzo pasado, pediría una urgente aprobación de fondos para las primeras emergencias”, reza el telegrama del 1 de abril.

Pediría además “la declaración de estado de emergencia a fin de efectuar las necesarias intervenciones para el restablecimiento de la idoneidad de los edificios públicos y privados. Además, se señalan gravísimos daños estructurales en dos edificios escolares que acogen a 500 alumnos”, concluye el texto.

Por su parte, el papa Benedicto XVI visitará el próximo 28 de abril la zona afectada por el seísmo de 5,8 grados en la escala de Richter que asoló el pasado día 6 la región italiana de Los Abruzos, informó ayer la Santa Sede en un comunicado. Benedicto XVI viajará a “Los Abruzos para encontrarse con las poblaciones víctimas del terremoto, según el propósito manifestado por él hace tiempo”, dice la nota. En el cuartel de la Guardia de Finanzas de L’Aquila se reunirá con representantes de la población y de las personas que trabajan en operaciones de socorro.