Hasta ahora, tres de los cabecillas -todos ellos aliados del depuesto ex primer ministro Thaksin Shinawatra- se han entregado a la Policía, y las autoridades vigilan los aeropuertos por si el resto intenta salir del país.

Un tribunal les acusa de reunión ilícita y incitar a la alteración del orden público, en cumplimiento del estado de excepción declarado el domingo y que todavía continúa en vigor en Bangkok y cinco provincias de los alrededores.

De ser hallados culpables de los delitos, pueden recibir sentencias de entre tres y siete años de prisión.

Las órdenes de arresto se emitieron apenas horas después de que los manifestantes se retiraran de los aledaños de la sede del Gobierno tras dos semanas de movilización para forzar la dimisión del jefe del Ejecutivo, Abhisit Vejjajiva.

Desde el exilio, el ex líder tailandés ha pedido cada día a sus seguidores del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura que llevaran a cabo una "revolución popular" para derrocar el Gobierno del Partido Demócrata.

El multimillonario Shinawatra, que gobernó Tailandia entre 2001 y 2006, fue desalojado del poder ese año por un golpe de Estado, y actualmente es prófugo de la justicia tailandesa, que ya le ha condenado a dos años de cárcel por corrupción.

Los soldados salieron a la calle el domingo en Bangkok al día siguiente de que las protestas antigubernamentales de los "camisas rojas" obligaran a cancelar una cumbre de líderes asiáticos en Pattaya.

Tailandia vive desde hace tres años una profunda crisis política motivada por la pugna entre partidarios y detractores de Shinawatra.