La desmovilización de las protestas que perseguían forzar la renuncia del Ejecutivo del primer ministro, Abhisit Vejjajiva, fue anunciada por sus promotores después de que las tropas rodearan a los cerca de 6.000 manifestantes que permanecían en el último campamento, situado en los aledaños de la sede gubernamental.

Antes, los principales dirigentes se reunieron cerca del Palacio de Gobierno con el director general de la Policía, Phatcharawat Wongsuwan, para trazar el plan de retirada, según pudo presenciar el corresponsal de Efe en el lugar de los hechos.

Tras la reunión, el jefe de la Policía, indicó a los periodistas que los organizadores de las protestas serán acusados formalmente de incumplimiento de las restricciones impuestas por el estado de excepción, declarado en Bangkok y en otras cinco provincias vecinas a la capital, el pasado domingo.

"Todos los líderes de la protesta van a ser acusados, las ordenes de captura se emitirán en unas horas por asamblea ilegal, prohibida por el estado de excepción", dijo el general Wongsuwan.

Tras verse rodeados por las tropas, los dirigentes del Frente Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, la plataforma política del ex primer ministro depuesto Thaksin Shinawatra, llamaron a sus correligionarios a dispersarse de forma pacífica

Muchos de los manifestantes abandonaron el campamento en decenas de autocares fletados por el Frente, dado que la mayoría procede de provincias del norte del país, el feudo político de Shinawatra.

A media mañana, los soldados comenzaron a avanzar para cargar sobre los "camisas rojas", llamados así por el color de las prendas que visten, después de que a lo largo de la noche muchos miles de manifestantes abandonaran gradualmente el lugar.

Fuerzas combinadas del Ejército y la Policía traspasaron el perímetro de seguridad situado alrededor de los activistas y efectuaron los primeros disparos al aire.

Hasta el último instante, los manifestantes esperaron detrás de las barricadas formadas con troncos de árboles arrancados, automóviles, neumáticos, y se proveyeron de cócteles Molotov, piedras y ladrillos para enfrentarse a los carros blindados, según testigos.

Durante la jornada de ayer, las tropas abrieron fuego en varias ocasiones para disolver a los grupos de "camisas rojas" repartidos por casi todo el casco viejo de Bangkok.

Los violentos enfrentamientos librados el lunes en diversas zonas de la metrópoli, causaron dos muertos y 123 heridos, de los que 50 permanecen ingresados en hospitales de Bangkok, según indicó el Ministerio de Sanidad en un comunicado.

Los soldados, apoyados por vehículos blindados y algún carro de combate, salieron a la calles de Bangkok el pasado domingo, al día siguiente de que las protestas obligaran al Gobierno de Vejjajiva a cancelar la cumbre de líderes asiáticos en Pattaya, a unos 180 kilómetros al este de la capital.

Tailandia está inmersa desde hace tres años en una profunda crisis política motivada por la pugna que mantienen los partidarios y detractores de Shinawatra, depuesto por los militares en el golpe de Estado perpetrado en septiembre de 2006.