La petición llegó durante la visita que realizó hoy al país surasiático el senador estadounidense John Kerry, impulsor de un paquete de 1.500 millones de dólares anuales durante los próximos cinco años para el Gobierno paquistaní, que está condicionado al esfuerzo de Pakistán en materia antiterrorista.

"Todavía no hay nada formal, la idea es ayudar a Pakistán. Es pronto para hablar de condiciones", dijo el ministro de Exteriores paquistaní, Shah Mehmud Qureshi, en rueda de prensa en Islamabad junto a Kerry.

Horas antes, el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, había expuesto al senador demócrata que "EEUU no debería adjuntar condiciones al paquete de asistencia que será presentado al Congreso", pues esto "no generará los buenos deseos y resultados deseados en Pakistán", según un comunicado difundido por su oficina.

Guilani dijo además que la asociación estratégica entre los dos países debería "basarse en el respeto y la confianza mutua" y que ambos han de "colaborar para reducir el déficit de confianza que ha dañado" sus relaciones.

En los últimos días, el Gobierno de Islamabad se había mostrado un tanto airado por declaraciones de dirigentes estadounidenses según las cuales EEUU no dará a Pakistán ningún "cheque en blanco".

"No son condiciones, sino medidas de efectividad", puntualizó Kerry, para reiterar que el compromiso de su país con Pakistán es "a largo plazo" y no está únicamente orientado hacia el éxito en la lucha contra la insurgencia talibán y la red terrorista Al Qaeda.

"Es muy importante trabajar juntos y mejorar las vidas de los paquistaníes. Están sufriendo altos niveles de inflación, falta de electricidad (...) queremos construir escuelas, hospitales... Por eso hay que aprobar este plan. Hay que hacer sentir a Pakistán que se encuentra en el centro de nuestra política", subrayó.

Kerry, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, enfatizó que EEUU está "comprometido" con la democracia en Pakistán y apoya firmemente el cambio de "una relación que antes se basaba en un solo individuo", en referencia al general Pervez Musharraf, que llevó las riendas del país casi nueve años.

Por su parte, el ministro Qureshi, quien la semana pasada exteriorizó un cierto desacuerdo durante la visita a Pakistán del enviado especial de EEUU a la región, Richard Holbrooke, y del jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen, hoy afirmó que las discusiones fueron muy "fructíferas".

"Si hay lagunas, las resolveremos hablando el uno con el otro", expresó Qureshi. Ni Qureshi ni Kerry entraron en detalles sobre los plazos y objetivos concretos de la ayuda económica de EEUU a Pakistán, que aún tendrá que esperar la aprobación del Congreso estadounidense.

"El cómo emplear ese dinero, en qué proyectos, sigue siendo la gran pregunta. Es una pregunta que nos hacemos y queremos poder responder", observó a Efe una fuente diplomática estadounidense bajo condición de anonimato.

La fuente expuso que la "corrupción" de la clase dirigente paquistaní sigue constituyendo un "motivo de preocupación". "Si un tercio de la ayuda al Gobierno civil acaba llegando a su auténtico destinatario eso podría considerarse un logro, pero con las estructuras feudalistas actuales es complicado", admitió.

En la misma línea, una fuente de la OTAN en Islamabad cuestionó que la ayuda que entregue EEUU vaya a "caer en buenas manos" y destacó que "no hay ningún plan claro para canalizarla" hacia las zonas más volátiles como el cinturón tribal limítrofe con Afganistán o la Provincia de la Frontera del Noroeste.

No obstante, la fuente admitió que EEUU "tiene que empezar a destinar ayuda hacia fines no militares" pues la pobreza y la falta de educación en Pakistán son un "estupendo caldo de cultivo" para los grupos insurgentes.

Kerry se reunió hoy también con el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, y el jefe de los servicios secretos (ISI), Ahmed Shuja Pasha, y tiene previsto desplazarse mañana a la ciudad noroccidental de Peshawar antes de abandonar Pakistán.