Según una fuente policial citada por el canal televisivo "Dawn", un grupo no identificado mató a un miembro de los cuerpos paramilitares en la capital baluchi, Quetta, en la que hay desplegados numerosos efectivos de las fuerzas de seguridad paquistaníes.

En otra parte de la ciudad, las autoridades hallaron los cadáveres de seis personas, cuyas identidades no han sido aún determinadas.

Este viernes, dos personas fallecieron y nueve miembros de las fuerzas de seguridad sufrieron heridas en tiroteos y explosiones de artefactos registrados en diversas áreas de la provincia, después de que el jueves muriera otro agente.

Baluchistán sufre protestas y enfrentamientos desde el pasado día 9, cuando la Policía encontró en un área aislada del distrito de Turbat los cadáveres mutilados de tres líderes de partidos nacionalistas supuestamente asesinados por las fuerzas de seguridad, según ha denunciado la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán.

Los partidos nacionalistas -en la región existen varios, aunque todos son minoritarios- han hecho llamamientos a huelga hasta el próximo día 13 y el presidente de uno de ellos ha presentado su dimisión en protesta por la muerte de los políticos.

En un comunicado, la embajada de EEUU en Islamabad explicó que uno de los líderes políticos asesinados, Ghulam Mohamed Baloch, "desempeñó un papel activo" para conseguir la liberación del trabajador estadounidense de la ONU John Solecki.

Solecki estuvo secuestrado durante dos meses por el grupo armado Frente Unido de Liberación de Baluchistán, que justificó la acción alegando que pretendía llamar la atención internacional sobre las exigencias de los nacionalistas baluchis.

En Baluchistán, la provincia más extensa y despoblada del país, rica en recursos naturales pero muy depauperada, operan varios grupos nacionalistas armados que desde hace décadas exigen una mayor autonomía o la secesión de Pakistán.