Durante el apresamiento, según medios estadounidenses, cuatro piratas subieron a bordo de la nave, de 17.000 toneladas, capturada cuando navegaba cerca de las costas de Somalia, con una veintena de tripulantes estadounidenses.

A primera hora de la mañana, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que el gobierno del presidente Barack Obama, estudiaba qué medidas podía tomar para resolver la captura del buque.

"Nuestra prioridad mayor es la seguridad de los miembros de la tripulación en el barco", dijo Gibbs.

El carguero navegaba rumbo a Mombasa cuando fue atacado a las 5.00 horas (2.00 GMT) a unos 500 kilómetros de las costas de Somalia, informó la naviera Müller-Mürsk en Copenhague, propietaria del buque.

El acto de piratería ocurrió a cientos de kilómetros del barco de guerra estadounidense más próximo en una de las vías de navegación más peligrosas del mundo.

El consejero delegado de la filial estadounidense de la firma, John Reinhart, dijo en una rueda de prensa en Virginia que no podía confirmar si la tripulación había recuperado el control del carguero que, según dijo, llevada 101 contenedores de productos alimenticios.

Esta captura es la más reciente en una serie de ataques de piratas en la región, y los expertos creen que la mejoría en las condiciones climatológicas facilita las operaciones de las pequeñas embarcaciones que emplean los asaltantes.

En el último año buques de guerra de EEUU, Alemania, España, China y otros países han estado patrullando las aguas del océano Índico y del Golfo de Adén en torno a las costas de Somalia desde donde operan los piratas.

La Marina de guerra de Estados Unidos indicó que el asalto ocurrió al nordeste de Eyl, una localidad en la región norteña somalí de Puntland.

Los piratas somalíes cambian constantemente las áreas de sus operaciones para evitar a unas dos decenas de buques de guerra despachados por más de una docena de países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Rusia, España, Francia y China, que patrullan el área por donde cada año transitan unos 16.000 barcos.

En la última semana los piratas capturaron por lo menos tres barcos, incluido el Malaspina Castle, un buque de carga de 32.000 toneladas de propiedad británica y que operaba con bandera italiana.

El año pasado los piratas atacaron a más de 130 buques mercantes en el golfo de Adén, el doble de asaltos que en el año anterior.

Habitualmente los piratas liberan al barco y la tripulación capturados tras el pago de rescates.

Los incidentes de piratería se han concentrado en la última década en regiones de alto volumen de navegación comercial, donde existe poca o ninguna vigilancia marítima, y los países costeros están sumidos en la inestabilidad política y económica.

Los actos de piratería de años recientes se han concentrado en cuatro regiones: el sudeste de Asia, África, América del Sur y América Central.