En un telegrama enviado hoy a Giuseppe Molinari, arzobispo de L'Aquila, capital de la región de Los Abruzos y cerca de donde se ha situado el epicentro del terremoto, el Pontífice afirma que comparte "el dolor de las queridas poblaciones" afectadas por el sismo y reza "por las víctimas y en particular por los niños".

"La dramática noticia del violento terremoto que ha sacudido el territorio de esta diócesis ha llenado de consternación el ánimo del Sumo Pontífice, quien pide a vuestra excelencia que transmita la expresión de su viva participación en el dolor de las poblaciones golpeadas por el trágico suceso", dice, en representación de Benedicto XVI, el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, en el telegrama.

"Al asegurar fervientes rezos para las víctimas, en particular para los niños, su Santidad invoca al Señor para que conforte a sus familiares y, mientras, dirige una afectuosa palabra de ánimo a los supervivientes y quienes en algún modo se prodigan en las operaciones de socorro", prosigue el texto.

El Pontífice envía a todos los afectados y a quienes trabajan en el salvamento de los supervivientes su "especial bendición apostólica".