Según un comunicado, la operación, que tuvo lugar ayer en el distrito de Surobi, tenía como objetivo un cabecilla de la milicia Hizb-e-Islami Gulbuddin supuestamente implicado en la coordinación de ataques contra civiles, tráfico de armas y relacionado con el movimiento de insurgentes.

Los soldados lanzaron una redada contra el edificio en el que se refugiaban los insurgentes cuando fueron atacados por un numeroso grupo de hombres armados.

Los militares, que respondieron al ataque con armas ligeras y contaron con el apoyo aéreo de un avión de combate, mataron a once insurgentes, según la nota, que agregó que los combates no dejaron víctimas civiles.

Además, los soldados hallaron un arsenal de armas compuesto de rifles de asalto, munición y otros equipamientos militares que fue destruido.

En un suceso distinto, al menos seis supuestos insurgentes perdieron la vida ayer en un bombardeo de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, en el este afgano, según un comunicado de la organización militar.

La fuente, que no precisa la provincia en la que tuvo lugar la operación, descartó que la ofensiva hubiera causado heridas a civiles y aseguró que todas las víctimas eran "insurgentes enemigos".

Durante este año, más de 4.500 personas han perdido la vida en Afganistán a causa de la violencia.