En declaraciones a la emisora "Radio Padania", el ministro explicó que esta medida servirá para afrontar "la emergencia" que está viviendo en estos días la pequeña isla siciliana, donde desde el pasado 25 de diciembre han llegado cerca de 2.000 inmigrantes indocumentados.

El centro de acogida de la isla, la más cercana a las costas africanas, está preparado para poder recibir hasta 800 inmigrantes por lo que se ha visto desbordado en las últimas horas.

"Los inmigrantes no serán trasladados a otros centros. He dado ordenes para crear un centro idóneo en la isla para el reconocimiento y la expulsión de los inmigrantes y mañana o al máximo el miércoles comenzarán los primeros vuelos de repatriación", añadió Maroni.

Asimismo, recordó que en base al acuerdo bilateral firmado hace unos meses, comenzarán las patrullas conjuntas entre italianos y libios de las costas del país norteafricano, principal origen de la salida de los inmigrantes hacia Italia.

Tras estas declaraciones, asociaciones humanitarias pidieron hoy al ministro que se respeten las leyes, que prevén que los inmigrantes sean identificados, que se estudien las condiciones para quienes pidan el derecho de asilo, y que los magistrados certifiquen las posibles expulsiones.

"Más del 60% de los inmigrantes que llegan a Lampedusa piden el asilo. Es evidente que estas operaciones de expulsión pueden mandar a la muerte a las personas que son expatriadas", afirmó Filippo Miraglia, responsable de inmigración de la organización Arci,

La portavoz en Italia del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Laura Boldrini, recordó que se deben "garantizar los derechos de los indocumentados que han llegado a Lampedusa" y no recurrir a "expulsiones de grupo generalizadas".