"Tanto a Australia como a otros países se les ha pedido que consideren la posibilidad de que reasienten a los detenidos en Bahía de Guantánamo", indicó un portavoz del primer ministro al diario 'The Australian'.

El portavoz, no obstante, matizó que "cualquier decisión que se alcance sobre un individuo que pudiera venir a Australia sería adoptada tras estudiar caso por caso". "Todas las personas que aceptaran venir a Australia tendrían que cumplir los estrictos requisitos legales del país y atravesar los procedimientos normales, extremadamente rigurosos", agregó.

De momento, Estados Unidos habría pedido a más de un centenar de países que sirvieran de alojamiento a los prisioneros de Guantánamo, una vez comenzaran las labores de desmantelamiento de la cárcel, en la que se encuentran más de 250 prisioneros. De ellos, 60 cuentan con la autorización para abandonar la prisión, pero temen regresar a su país natal por miedo a represalias.

Rudd cuenta ya con la advertencia de los Verdes, que avisan de un posible rechazo por parte de la opinión pública. De igual modo, indican que Bahía de Guantánamo es una creación estadounidense, y como tal es problema de Estados Unidos, según la senadora del partido, Rachel Siewert, en declaraciones formuladas ayer al rotativo 'The Weekend'.

"Deberían ocuparse de esta situación en Estados Unidos", declaró. "Entendemos que algunos de los presos no pueden volver a sus hogares, pero en esos caso debería ser el Gobierno estadounidense quien les ayudara dentro de territorio norteamericano", añadió.