El Ejército paquistaní ha ordenado a un "número limitado de tropas" en la frontera con la India que estén "disponibles", en vista del deterioro de las relaciones con la potencia nuclear vecina tras la masacre terrorista de Bombay.

Una fuente militar que prefirió guardar el anonimato desmintió ayer rumores de que el Ejército está trasladando tropas de la frontera afgana (Oeste) a la india (Este) y explicó que se ha dado orden de disponibilidad a soldados ya presentes en la zona pero que no estaban "operativos".

Mientras, el portavoz de los servicios secretos paquistaníes (ISI), Zafar Iqbal, admitió que "existen planes" para que el Ejército mueva más tropas a la frontera oriental. "No hemos empezado a mover tropas, pero estamos vigilando muy atentamente la situación", puntualizó.

Una fuente de inteligencia occidental consultada interpretó que "se han comenzado a mover los mecanismos para llevar a cabo un desplazamiento de tropas". "La situación es tensa y el desplazamiento de tropas es bastante probable", razonó. Según el canal privado Geo TV, el Ejército ha cancelado el permiso de los soldados que no estaban de servicio y el cuerpo militar ha sido puesto en alerta máxima.

Ante la escalada de tensión entre ambas potencias nucleares, el ministro chino de Exteriores, Yang Jiechi, telefoneó a su homólogo paquistaní, Shah Mehmud Qureshi, quien reiteró que Islamabad está preparado para llevar a cabo una investigación conjunta de los ataques de Bombay, oferta a la que India ha dado la callada por respuesta.

Según un comunicado ministerial, el jefe de la diplomacia de China -principal aliado exterior de Pakistán- expresó su deseo de que los dos mayores países del sur de Asia trabajen juntos para acabar con el terrorismo.

Por su parte, el primer ministro indio, Manmohan Singh, se reunió ayer con la cúpula militar para revisar la situación de seguridad y supervisar el grado de preparación del Ejército ante la escalada de tensión con Pakistán. Singh mantuvo un encuentro con el jefe del Ejército, Deepak Ka- poor, el de la Marina, Sureesh Mehta, y el de las Fuerzas Aéreas, Fali Major.

Además, el Ministerio indio de Exteriores difundió un comunicado en el que avisa a sus ciudadanos de que "no sería seguro para ellos viajar o permanecer en Pakistán".

La nota hace referencia a la explosión el pasado día 24 de un coche bomba en la ciudad pakistaní de Lahore, tras la cual algunos medios del país vecino aseguraron que varios ciudadanos indios fueron arrestados en conexión con el ataque. Aseguró que estas informaciones son "obra de otras agencias en Pakistán que operan fuera de la ley y el control civil", a la luz de lo cual recomendó a sus ciudadanos que no visiten Pakistán.

Mientras, en declaraciones a la prensa, el ministro indio de Exteriores, Pranab Mukherjee, insistió en que hay pruebas suficientes de que los responsables de la masacre de Bombay son pakistaníes. "Les pediría a nuestros amigos en Pakistán que, en lugar de distraer la atención del asunto real, se concentraran en cómo luchar contra los terroristas y llevar a la Justicia a los responsables del ataque terrorista de Bombay", exigió Mukherjee, según IANS.