El Gobierno del Reino Unido criticó hoy la decisión de la emisora de televisión Channel 4 de emitir un mensaje navideño del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, dirigido a los británicos, al advertir de que la iniciativa causará una "ofensa internacional".

"Durante el tiempo que lleva en el poder, el presidente Ahmadineyad ha hecho una serie de pésimas declaraciones antisemitas", dijo un portavoz del Ministerio británico de Asuntos Exteriores.

"Los medios británicos son libres de tomas sus propias decisiones editoriales, pero esa invitación causará ofensa y sorpresa no sólo en el territorio nacional, sino también en países amigos", agregó el portavoz. La alocución, que forma parte de los mensajes navideños "alternativos" que el canal emite desde 1993, se difundió hoy a las 19.15 horas GMT y no coincidió, como había sucedido en otras ocasiones, con el tradicional mensaje de Navidad de la reina Isabel II, televisado a toda la nación a las 15.00 horas GMT.

En un discurso de unos diez minutos grabado en farsi y subtitulado en inglés, el presidente iraní, flanqueado por la bandera iraní y con una cortina azul de fondo, felicitó a los cristianos británicos por el nacimiento de Jesucristo.

Además, Ahmadineyad, vestido con chaqueta gris y una camisa de color claro, criticó la "indiferencia de algunos gobiernos y poderes" hacia las enseñanzas de los "profetas divinos".

"Si Cristo estuviera hoy en la Tierra, no cabe duda de que apoyaría a la gente que se opone a los poderes expansionistas, malhumorados e intimidadores", afirmó con tono pausado el presidente iraní.

Channel 4 rechazó las críticas aduciendo la necesidad de ofrecer a los televidentes "una perspectiva diferente del mundo que nos rodea", según recalcó la jefa de noticias y actualidad del canal, Dorothy Byrne.

Sin embargo, la iniciativa provocó el enojo de algunos diputados británicos, activistas defensores de los derechos humanos y el embajador de Israel ante el Reino Unido, Ron Prosor.

La parlamentaria laborista Louis Ellman, presidenta del Movimiento Judío Laborista, condenó la decisión del canal televisivo por dar una plataforma sin réplica a "un fanático peligroso que niega el Holocausto mientras prepara otro".

El diputado conservador Mark Pritchard también mostró su desacuerdo con Channel 4 por dar voz a "un hombre que quiere aniquilar Israel y sigue persiguiendo a los cristianos en Navidad".

Por su parte, el embajador israelí en Londres, Ron Prosor, tildó la idea del canal de "vergüenza y escándalo nacional", y recordó que los conversos al Cristianismo en Irán se arriesgan a la "pena de muerte".

Channel 4 ya suscitó polémica en 2006 al ceder ese mismo espacio televisivo a una musulmana británica.

Con la cara cubierta con el "niqab", la mujer criticó al entonces líder de la Cámara de los Comunes, el laborista Jack Straw, por sugerir que ese velo facial dificultaba la comunicación.