Debido a la fecha de su muerte, Obama no pudo acudir al funeral de una mujer muy importante en su vida y que ayudó a criarlo. Sin embargo, ayer pudo asistir a una misa de recuerdo a la que también acudieron amigos y familiares, como su esposa Michelle, sus hijas Malia y Sasha y su hermanastra Maya Soetoro-Ng.

Los medios no pudieron captar imágenes de esta ceremonia privada, celebrada en la Primera Iglesia Unitaria de Honolulu, en la isla Oahu. Tras este acto, Obama y sus allegados acudieron al mismo lugar en que el futuro inquilino de la Casa Blanca arrojó las cenizas de su madre, fallecida hace más de una década.

Dunham fue una de las mayores influencias en la formación de Obama, como el político reconoció en discursos y entrevistas, pero no vivió para verlo ganar la presidencia. La mujer murió de cáncer a los 86 años, apenas dos días antes de que su nieto triunfara en las elecciones. Obama la vio por última vez en octubre, cuando interrumpió repentinamente la campaña por el empeoramiento de su estado de salud.