"La investigación ha establecido que en las acciones militares por parte de Georgia participaron miembros de la organización nacionalista ucraniana UNA-UNSO, y también grupos de saboteadores en los que había ciudadanos de Estados Unidos, la República Checa, Ucrania y Turquía", dijo Bastrikin, citado por las agencias rusas.

Agregó que la Fiscalía cuenta con datos que permiten asegurar que Tiflis preparaba un genocidio contra el pueblo de Osetia del Sur, región separatista georgiana que se escindió de facto de Georgia a comienzo de los años 90 tras un conflicto armado.

"Tenemos bases para en el futuro calificar las acciones de la jefatura militar y del ejército de Georgia como acciones de carácter agresivo, que apuntaban al aniquilamiento del pueblo de Osetia del Sur como una comunidad étnico-nacional", subrayó Bastrikin.

El Gobierno georgiano ha declarado que sus fuerzas irrumpieron en Osetia del Sur solo después de que las tropas rusas llegaran al territorio de la región separatista.

Tras la entrada de Rusia en el conflicto, Osetia del Sur y Abjasia, otra región separatista de Georgia, se proclamaron estados independientes y fueron reconocidas como tales por las autoridades rusas y por el Gobierno de Nicaragua.

Según los datos de la Fiscalía General de Rusia, en las acciones militares de agosto pasado murieron 48 militares rusos y 147 resultaron heridos.

De las bajas mortales rusas, agregó Bastrikin, diez eran miembros de las fuerzas de paz que estaban destacadas en la zona del conflicto georgiano-oseta.

El conflicto que enfrenta a Rusia y Georgia estalló cuando esta última lanzó una operación por sorpresa para tratar de recuperar el territorio de Osetia del Sur, que estaba "de facto" bajo control ruso, lo que provocó una fuerte contraofensiva de Moscú, cuyas tropas entraron en el vecino país.

La reacción de Rusia fue calificada de "desmedida" por la OTAN, que entonces congeló sus relaciones con Moscú.