efe  Atenas

La policía griega continuaba ayer en alerta en todo el país para evitar nuevos disturbios tras los enfrentamientos registrados en la madrugada de ayer con varias decenas de jóvenes en el barrio de Exarhia, donde un adolescente murió el pasado día 6 por los disparos de un agente. En la mañana de ayer los bomberos extinguieron un incendio en unas dependencias del Ministerio de Obras Públicas en el barrio de Patision, que la noche del viernes fue objeto de un ataque con bombas incendiarias.

La comisaría de Exarhia, el barrio donde hace ocho días murió Alexis Grigoropulos, de 15 años, fue atacada con cócteles Molotov por grupos de jóvenes y las fuerzas del orden respondieron con el lanzamiento de gases lacrimógenos. Los estudiantes contraatacaron levantando barricadas en las calles que llevan a la plaza de Exarhia y prendieron fuego a contenedores.

Como en las anteriores noches de violencia, los grupos de jóvenes atacaron sucursales bancarias -destrozaron tres y dos cajeros automáticos- además de dos coches y diversas tiendas de la avenida de Patision. No obstante, la violencia fue menor que en los primeros días de los disturbios y se circunscribió a puntos concretos de la capital griega.

Las organizaciones estudiantiles tienen previsto seguir con sus manifestaciones pacíficas la semana entrante en todas las ciudades del país en protesta por la violencia policial, que ha desencadenado en Grecia una de las peores crisis de los últimos 35 años.

Asimismo, tienen intención de mantener el cierre de los centros de enseñanza secundaria y las universidades hasta principios de 2009, en señal de protesta.

En los próximos días se espera el informe balístico que permitirá establecer si el proyectil que mató al joven griego impactó tras un rebote.

El policía Epaminontas Korkoneas, acusado de "homicidio intencionado", se declaró inocente ante el juez y declaró que disparó al aire en defensa propia tras un incidente con un grupo de radicales que arrojaron piedras contra su vehículo patrulla.

Durante los disturbios que afectan a la capital helena, la policía ha detenido a 460 personas, de las cuales 176 han sido acusadas de robo y desórdenes, mientras que los daños materiales superan los 200 millones de euros.

Las sentadas organizadas este sábado frente al Parlamento en Atenas en memoria de Grigoropulos por adolescentes y compañeros de curso de la víctima fueron por primera vez pacíficas, aunque se gritaron proclamas contra la policía.

La situación es muy tensa, como demuestra el hecho de que el 60 por ciento de los griegos cree que el país atraviesa por un levantamiento social, según el periódico dominical "Kazimeri".