Efectivos de las fuerzas de seguridad iraquíes y del servicio secreto estadounidense saltaron de inmediato sobre el periodista y se lo llevaron a rastras de la sala mientras forcejeaba.

Los zapatos pasaron a unos metros de Bush y uno de ellos sobrepasó su cabeza e impactó contra el muro ante el que se encontraba el dirigente estadounidense. Bush mostró una sonrisa incómoda mientras Al Maliki observaba extrañado la escena.

"No me molesta", afirmó Bush antes de pedir a todos que se calmaran ante el alboroto desatado en la sala. Al ser preguntado poco después por el incidente, Bush restó importancia al incidente: "No me sentí ni mínimamente amenazado", dijo.

Otros periodistas iraquíes se disculparon por el comportamiento de su compañero.

Bush llegó a Bagdad hoy en visita sorpresa que será la última como presidente estadounidense, ya que en enero abandonará el cargo.