"Orgullosamente, las tropas estadounidenses liberaron al pueblo de Afganistán" en 2001, recordó Bush, quien hizo una visita sorpresa al país centroasiático procedente de Irak.

El líder de EEUU se entrevistó en Kabul con su homólogo afgano, Hamid Karzai, después de visitar a las tropas de EEUU en la base de Bagram, cerca de la capital, y reunirse con el jefe de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), el general estadounidense David McKiernan.

"Estoy orgulloso de estar de nuevo en Afganistán. Estoy orgulloso de estar con las almas valientes que sirven a EEUU", dijo Bush a sus soldados, según un comunicado de la comandancia estadounidense.

"Gracias a vosotros, los asesinos que querían quitar la vida de norteamericanos en casa han sido llevados ante la Justicia antes de que alcancen nuestras costas", añadió.

EEUU tiene destacados en Afganistán unos 15.000 soldados que cumplen la misión antiterrorista "Libertad Duradera", bajo mando directo de Washington, así como 18.000 dentro de la fuerza ISAF que dirige la OTAN con mandato de la ONU.

En su rueda de prensa junto a Karzai, Bush descartó que sea el momento de la retirada de Afganistán pese a los "muchos progresos" logrados en los últimos siete años.

"En 2001, los talibanes reprimían brutalmente al pueblo de este país. Recuerdo imágenes de mujeres apedreadas, de personas ejecutadas en el estadio de fútbol por sus creencias. Había un grupo de asesinos que se ocultaban aquí, se entrenaban y conspiraban para matar a los ciudadanos de mi país", recordó en alusión al régimen talibán y la red terrorista Al Qaeda.

Tras constatar que los extremistas "rechazan la belleza de la democracia", el presidente admitió que "hay muchos retos difíciles" a los que hacer frente aún en Afganistán.

EEUU no permitirá que "Afganistán se convierta de nuevo en escondite de Al Qaeda", proclamó, para afirmar que la red terrorista ha sido "muy debilitada" desde 2001.

"Se pueden esconder en regiones remotas, pero nosotros mantendremos la presión", aseguró.

Bush dijo que "desde luego" quedan días difíciles por delante, pero "las condiciones son indudablemente mejores en Afganistán ahora que en 2001".

El régimen talibán, que había tomado Kabul en 1996, fue expulsado del poder a finales de 2001 por las tropas de EEUU y de la oposición afgana de la Alianza del Norte.

"Los talibanes trataban brutalmente al pueblo de Afganistán y no están en el poder. El progreso es indudable", insistió Bush.

Su sucesor en la Casa Blanca, Barack Obama, se propone aumentar la presencia militar en Afganistán, que en los últimos dos años ha experimentado un empeoramiento notable con una fuerte presión de los talibanes en el tercio sur y este del país.

Karzai se sumó al discurso optimista de Bush y subrayó que, tras la expulsión del régimen talibán, el cual había logrado el reconocimiento de sólo tres países -Pakistán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes- "emergió de nuevo un Gobierno legítimo" que ha reanudado relaciones diplomáticas con unos 80 países e instituciones internacionales.

"Se trata de un progreso enorme. Y todo esto habría sido imposible sin la ayuda de Estados Unidos", destacó el presidente.

Karzai, quien este último año ha condenado muy enérgicamente las muertes de civiles que causan algunas de las operaciones de las tropas estadounidenses de "Libertad Duradera", añadió que "la decisión de Afganistán es continuar con su cooperación con la comunidad internacional hasta la derrota del terrorismo" y la amenaza que representa para Afganistán y el mundo.

El Gobierno de Afganistán "no permitirá que la comunidad internacional se vaya hasta no estar completamente de pie y ser lo suficientemente fuerte para defender el país y lo suficientemente poderoso para tener una buena economía", dijo Karzai, quien se enfrenta al electorado el año próximo.