Tras cinco días de deliberaciones, el jurado, formado por diez personas, decidió un "veredicto abierto", después de que el juez de la investigación pública del suceso, Michael Wright, le negara la opción de un veredicto de homicidio injustificado.

Con esa instrucción, el magistrado cerró la puerta a la posible imputación de cargos contra los responsables del fatídico error.

La otra opción que debía evaluarse, según el juez, era un veredicto de homicidio justificado, que desestimó el jurado.

La familia del brasileño tildó la investigación pública de "encubrimiento", pero admitió que se trataba del "mejor veredicto posible", mientras la madre del difunto, Maria Otone de Menezes, dijo "haber nacido de nuevo" tras conocer la resolución del jurado.

El comisario jefe en funciones de Scotland Yard, Paul Stephenson, aceptó "la plena responsabilidad" de la Policía Metropolitana de Londres (MET).

"La muerte de Jean Charles fue una tragedia. Era un hombre inocente y debemos aceptar la plena responsabilidad por su muerte", dijo Stephenson en una breve declaración ante la prensa.

La investigación pública, llamada en inglés "inquest" y referida a un proceso civil que se celebra en este país en caso de muertes sospechosas, duró siete semanas y tuvo lugar en el estadio de crícket de Oval (sur de Londres), cerca de la estación de metro de Stockwell, donde Menezes fue tiroteado el 22 de julio de 2005.

Menezes, de 27 años y electricista de profesión, recibió ocho impactos de bala (siete en la cabeza y uno en el hombro) disparados por agentes de la brigada antiterrorista de Scotland Yard.

El joven fue confundido con uno de los autores de los atentados fallidos del día anterior, que pretendían ser un calco de los ataques del 7 de julio de 2005 en la capital británica, saldados con 56 muertos (incluidos los cuatro terroristas suicidas).

Ante la investigación, uno de los dos francotiradores que acribillaron al brasileño, identificado sólo como "C12", alegó que gritaron "u00A1Policía armada!" antes de abrir fuego, si bien el jurado desestimó hoy esa versión de los hechos, que contradijeron varios testigos presenciales al prestar declaración en el proceso.

El jurado también rechazó que el joven electricista se hubiera comportado de manera sospechosa, como aseguró en su momento la Policía, que dio una versión de los hechos que en muchos puntos ha quedado después desmentida por las pruebas.

A ese respecto, Harriet Wistrich, abogada de la familia de Menezes, pidió hoy que se investigue por posible "perjurio" a "ciertos agentes" que participaron en la operación.

En reacción al veredicto, la ministra británica de Interior, Jacqui Smith, afirmó hoy que la muerte del brasileño fue una "tragedia que causó una gran conmoción" y reiteró sus disculpas a la familia.

La Comisión de Quejas de la Policía (PCC, siglas en inglés), que supervisa la actuación de las fuerzas del orden, pidió una revisión de los métodos de Scotland Yard ante la amenaza del terrorismo suicida.

El jurado emitió su resolución tras escuchar las versiones de un centenar de testigos que prestaron testimonio durante la investigación, que empezó el pasado 22 de septiembre.

Entre los testigos llamados a declarar figuraron los dos agentes que efectuaron los disparos contra Menezes, identificados como "C2" y "C12".

También prestó testimonio Cressida Dick, responsable directa de la operación que condujo al fatal error, a la que en un juicio anterior un jurado absolvió de toda culpa personal en la muerte del brasileño, al tiempo que, pese a todo, fue ascendida de rango.

El año pasado, la Policía Metropolitana ya fue declarada culpable de violar la Ley de Salud y Seguridad en el Trabajo del Reino Unido, que obliga a las fuerzas del orden a garantizar la seguridad tanto de los agentes como de terceras personas.

No obstante, la Fiscalía británica se ha mostrado contraria a procesar a algún agente de forma individual por el suceso, si bien la familia de Menezes reclamó hoy la revisión del caso.