Grecia vivió ayer por sexto día consecutivo graves disturbios sociales en Atenas y otras localidades del país, provocados por la muerte, el sábado pasado, de un joven de 15 años por un disparo de la policía en un barrio capitalino. Cientos de alumnos de instituto se enfrentaron ayer en varios puntos de Atenas a la policía, tirando piedras y artefactos incendiarios contra una decena de comisarias.

En seis de los cuarteles se registraron daños materiales, mientras que un transeúnte resultó herido leve por una piedra en la localidad de Jalandri, cerca de la capital. En el municipio de Agios Dimitriu, al sur de Atenas, el ayuntamiento fue ocupado por los escolares y en el puerto de El Pireo, continuo a la capital griega, unos 500 escolares y profesores mantienen cerrada una avenida principal y la mitad de las escuelas están clausuradas u ocupadas.

La Unión de Maestros de Grecia estimó ayer que cientos de centros escolares en todo el país se encuentran ocupados por los propios alumnos en protesta por la violencia policial. El canal de televisión MEGA informó ayer de que la policía ha utilizado en los seis días de crisis unas 4.200 bombas lacrimógenas, por lo que ha tenido que encargar más a una empresa israelí.

Grecia, uno de los miembros de la Unión Europea (UE) y con una tasa de desempleo juvenil superior al 20 por ciento, vive desde el sábado pasado un ola de violentos disturbios, que están poniendo bajo presión al gobierno del primer ministro democristiano, Costas Caramanlis.

A la espera del avance del procedimiento legal contra los policías implicados en la muerte del adolescente, el Parlamento guardó ayer un minuto de silencio en memoria de la víctima. El ministro del Interior, Prokopis Pavlopulos, declaró que "nadie puede adelantar el veredicto pero cualquiera que sea la decisión, será severa". Añadió que "nada puede justificar la forma en la que el policía atacó a un menor, cualquiera que hayan sido las circunstancias".