"El pueblo ha perdido la confianza en el Gobierno", declaró Papandreu, líder del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK), tras reunirse con el primer ministro, el conservador Costas Caramanlis, para tratar la tensa situación creada en el país tras la muerte de un joven de 15 años por un policía el pasado sábado.

"Le dije al primer ministro que nuestra sociedad atraviesa una crisis económica, social, institucional y de valores, y que el Gobierno es incapaz de hacerle frente", añadió el dirigente del mayor partido de la oposición.

El PASOK "ahora, y como futuro Gobierno, garantiza a los ciudadanos un estado de derecho que proteja los derechos de los ciudadanos", sentenció Papandreu, quien también es presidente de la Internacional Socialista.

Ante la ola de violencia que ha seguido al asesinato del adolescente Alexander Grigoropulos, declaró: "Compartimos la ira de la generación joven por el asesinato", pero condenó al mismo tiempo la violencia y los desórdenes en las calles.

"La juventud no se identifica con las imágenes de la extrema violencia de estos días", dijo Papandreu, y llamó a los jóvenes a comprometerse en "una campaña contra la violencia de toda procedencia".

Papandreu declinó responder directamente a los periodistas si ha pedido al primer ministro la convocatoria de elecciones anticipadas, y se limitó a señalar que "en las democracias no hay callejones sin salida. El pueblo dará la solución".

Estas declaraciones del líder opositor no parecen responder al apoyo que Caramanlis busca de todos los partidos políticos en su estrategia frente a la destructora ola de disturbios sociales desatados desde la noche del sábado pasado por la muerte de Grigoropulos.