Paco G. Paz  Washington

El presidente electo de EEUU, Barack Obama, cargó ayer contra los errores de gestión y los altos sueldos de los directivos de las firmas del motor, pero dijo que hay que salvarlas porque son la "espina dorsal" de la industria del país. "No podemos dejarlos caer", dijo en una entrevista con NBC, consciente de los millones de empleos que dependen, de manera directa o indirecta, de esta industria.

Las declaraciones de Obama se producen en un momento de especial intensidad en el Congreso, que negociaba con la Casa Blanca este fin de semana cómo ayudar a la industria del automóvil, ahogada por la caída de ventas y el endeudamiento.

En la entrevista, el presidente electo aseguró que los "Tres Grandes de Detroit", como se conoce a Ford, General Motors y Chrysler, han cometido en el pasado "errores estratégicos de manera repetitiva. No han manejado la industria como debían".

"Yo he sido un crítico muy duro, porque (estas empresas) no han sabido adaptarse a los nuevos mercados, y construir coches más pequeños y eficientes".

No obstante, reconoció que estas firmas son "la espina dorsal de la industria manufacturera de este país, son un empleador gigantesco, millones de personas dependen de ellas, directa o indirectamente". Por tanto, "no podemos dejar que se hundan", dijo, pero aclaró que, a cambio, las empresas tendrán que hacer grandes sacrificios. "Debe haber ajustes a todos los niveles, desde la dirección, acreedores, accionistas... todos tienen que entender que el modelo de negocio que poseen no es sostenible", dijo.

"Y si quieren que los contribuyentes vayan a su rescate -advirtióH no pueden dejar de lado los cambios que tenían que haber hecho hace 20 ó 30 años y reconocer que en el futuro la industria no será tan grande como ha sido en las últimas décadas".

En este sentido, uno de los senadores de más alto rango, el demócrata Chris Dodd, que preside el Comité de Banca, indicó que las tres empresas tienen que cesar a sus directivos, a cambio de recibir ayuda.

En una entrevista con la cadena CBS, Dodd dijo que el rescate les puede ayudar a corto plazo, pero en un periodo más amplio, manifestó que Chrysler posiblemente acabará fusionándose con otra empresa. El senador dijo que las negociaciones están avanzadas y que el acuerdo podría llevarse al Congreso en los próximos días.

Así, Obama aseguró ayer que el plan de rescate se realizará bajo una gran supervisión, para evitar que "les demos 15.000 ó 20.000 millones, y dentro de seis meses vengan a pedir más".