Las conversaciones fueron inauguradas con una rueda de prensa a cargo del enviado especial de la ONU para la Región de los Grandes Lagos, el presidente nigeriano, Olusegun Obesanjo, el Ministro de Asuntos Exteriores keniano, Moses Wetangula, y el ex presidente tanzano Benjamin Mtapa, que representa a la Unión Africana (UA).

Las delegaciones enviadas a Nairobi por el régimen de Kinshasa y el CNDP no incluyen a sus respectivos líderes principales, el presidente congolés, Joseph Kabila, y el ex general renegado Laurent Nkunda.

El Gobierno ha enviado como mediador en jefe a su Ministro de Cooperación Internacional y Regional, Raymond Tshibanda, y la delegación del CNDP esta encabezada por su Secretario Ejecutivo, Serge Kambasu.

Ésta es la primera vez que las autoridades de Kinshasa y los rebeldes se reúnen desde que el CNDP se alzara nuevamente en armas en agosto pasado.

El gobierno de Kabila insiste en que las negociaciones para pacificar el este congolés deben involucrar a todas las facciones que intervienen en el conflicto y por consiguiente ha invitado a Nairobi a una veintena de grupos armados.

No obstante, el CNDP recalca que sólo negociará bilateralmente con el Gobierno y no con éste "acompañado de las milicias que lo apoyan".

"Es preciso reafirmar de forma clara que son unas negociaciones entre el gobierno y el CNDP a fin de evitar cualquier discurso susceptible de hacernos volver a (el proceso) Amani", dijo el pasado viernes el portavoz del grupo rebelde, Bertrand Bisimwa.

El Proceso Amani surgió tras la Conferencia de Paz, Seguridad y Desarrollo celebrada en enero pasado en Goma, la capital de Kivu Norte, epicentro del actual conflicto, y que condujo a un armisticio rubricado por el CNDP, el Gobierno y otros grupos rebeldes aliados de este último desde la guerra de 1998 a 2003 en el este de la RDC.

En agosto, Nkunda lanzó una nueva ofensiva tras afirmar que las milicias Mai Mai y otros grupos aliados del Gobierno habían reanudado sus ataques contra el CNDP y la etnia minoritaria tutsi congoleña, conocida también como banyamulenge, a la que él y los efectivos rebeldes pertenecen.

En la reunión de Nairobi, que se prevé pueden continuar hasta el miércoles, participan, por el momento, los representantes del Gobierno y del CNDP, aunque, según afirmó también el viernes el ministro congoleño de Comunicación, Lambert Mende Omalanga, "después del grupo de Nkunda, nos reuniremos con los demás, por separado."

El Ministro de Asuntos Exteriores de Kenia y anfitrión del encuentro, Moses Wetangula, declaró que "el compromiso de ambas partes marca un momento histórico que demostrará que sois un solo Congo".

Wetangula instó a los asistentes a que "no dejen caer al África, no dejen caer a su país", y recordó a los periodistas que "Kenia únicamente ha ofrecido un espacio para el encuentro, el resultado de las conversaciones depende de ellos".

De igual modo, Nairobi acogió hace un mes una cumbre que, auspiciada por la UA y la ONU y dirigida por su Secretario General, Ban Ki Mooin, reunió, entre otros, a Kabila y el Presidente de Ruanda, Paul Kagame, a quien Kinsasha acusa de estar detrás de los rebeldes de Nkunda.

En esa ocasión no hubo representantes de los rebeldes y en ésta no ha sido invitada la milicia Mai-Mai, inexplicablemente dejada de lado por el Gobierno, y que reclamó hoy participar en el encuentro.

"Tenemos armas y no podemos ser menospreciados en estas reuniones donde se debate la crisis", declararon a los medios de comunicación portavoces Mai Mai.

Por su parte, Olusegun Obasanjo se mostró optimista y afirmó que se "trata de una oportunidad que no se puede desperdiciar", y que, a pesar de las ausencias, el objetivo es alcanzar "un consenso que permita una solución sostenible y un armónico desarrollo de la RDC".