"Su majestad ha designado graciosamente a Su Alteza el Príncipe a asistir en su nombre al acto", indicó la Casa Real a través de un comunicado emitido por los canales de televisión y emisoras de radio del país.

Con una hora de retraso sobre el horario oficial, Vajiralongkorn se dirigió a una audiencia compuesta por 20.000 altos funcionarios, empresarios y otras destacadas personalidades y, a diferencia de su padre, capaz de extenderse durante horas, habló por espacio de tres minutos.

Explicó primero que el Rey padecía un ligero malestar en la garganta y flemas, pero aseguró que "no es nada serio".

El príncipe agradeció a todos las felicitaciones por el octogésimo primer cumpleaños del soberano y deseó parabienes a todos los tailandeses.

El Rey "os desea buena salud y fortaleza mental para que desempeñéis vuestras funciones para la población", añadió Vajiralongkonr.

Los políticos y seguidores de los dos bandos que libran una batalla política que ha sumido a Tailandia en una profunda crisis aguardaban hoy una señal de Bhumibol Adulyadej para dar el siguiente paso.

Por lo general, Bhumibol, considerado casi una divinidad por muchos tailandeses, se sirve de su discurso anual para hacer llegar sus mensajes a la población y a los políticos.

Las palabras y las omisiones del monarca con motivo de su onomástica son escrutadas por los políticos y, a menudo, influyen en las decisiones que adoptan tanto el Gobierno como los partidos.

El martes pasado, el Tribunal Constitucional disolvió por fraude electoral tres partidos de la coalición gobernante e incapacitó para desempeñar funciones públicas a sus dirigentes, entre ellos el primer ministro Somchai Wongsawat.

A raíz de la decisión judicial, que afecta a 109 políticos, la Alianza del Pueblo para la Democracia puso el miércoles fin sus protestas, que comenzaron en mayo, y desalojó la sede del Gobierno de Tailandia, que ocupaba desde el 26 de agosto, y los dos aeropuertos de Bangkok, que tomó la semana pasada.

También con motivo del cumpleaños del monarca, que se celebra mañana, los seguidores de los partidos disueltos han suspendido las manifestaciones hasta el fin de semana.

Los tres partidos políticos que permanecen en la coalición gobernante y que mantienen la mayoría parlamentaria se preparan para recuperar el poder con un nuevo primer ministro, que sería, en cuatro meses, el tercero del círculo de políticos vinculados al ex mandatario Thaksin Shinawatra, depuesto en la asonada de septiembre de 2006.

La Alianza antigubernamental, que tiene el apoyo de tailandeses de clase media, monárquicos, militares y pequeños y medianos empresarios, ha amenazado con reanudar las protestas si el próximo Gobierno está encabezado o compuesto por políticos próximos a Shinawatra, en el exilio y condenado a dos años de cárcel por un delito de abuso de poder cometido cuando gobernaba.