"Los acuerdos de cooperación (de asistencia en caso de agresión exterior) suscritos con Osetia y Abjasia son la mejor garantía de que Rusia no tiene intención de abandonar la región", señaló Putin en su intervención en directo en un programa de televisión en la que responde a las preguntas de los rusos.

Putin señaló que Moscú "está dispuesta a ofrecer toda la ayuda posible a Abjasia y Osetia, incluso en las actuales y difíciles condiciones de crisis financiera".

"En cuanto a la reconstrucción de Osetia del Sur, el presupuesto contempla considerables recursos financieros, reservados especialmente para ese objetivo", apuntó.

A su vez, indicó que si Georgia no hubiera protagonizado la agresión contra Osetia "de hecho, Rusia habría, posiblemente, proseguido los esfuerzos para la reunificación de Georgia".

"En cambio, tras la agresión era evidente que eso ya no era posible, que había que tomar medidas para evitar en el futuro un derramamiento de sangre en la región", dijo.

Putin, que acusó a los dirigentes georgianos de "asestar un duro golpe a la integridad territorial de su propio Estado", comparó lo ocurrido en Osetia con la guerra en Irak.

"En Irak, los soldados estadounidenses entraron con la excusa de encontrar armas de destrucción masiva. Las armas no las encontraron, y al jefe del Estado (Sadam Husein) lo colgaron, por cierto, por otros motivos, por exterminar varias aldeas chiíes", señaló.

Mientras, "las autoridades georgianas lanzaron un baño de sangre y el exterminio de los ciudadanos inocentes de Osetia del Sur, arrasaron diez aldeas osetas, atacaron a nuestras fuerzas de paz".

"Irak nunca atacó a EEUU y en Osetia agredieron a nuestros soldados, que cumplían con su deber en virtud de nuestras obligaciones internacionales. Muchos murieron y alguien debe responder por ello", comentó.

El primer ministro ruso considera que la agresión georgiana "fue un crimen no sólo contra Rusia y sus ciudadanos, sino contra el pueblo oseta y el georgiano".