La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que salió ilesa del tiroteo terrorista que se produjo en el hotel Oberoy de Bombay, asegura que no fue consciente de los incidentes hasta que el personal del hotel la arrolló para sacarla, junto a varios miembros de su delegación, de las instalaciones atacadas, momento en el que perdió una alpargata, se quedó descalza y pisó "bastantes charcos" de sangre en los pasillos.

Recién llegada de India, con buena cara y buen humor, la jefa del Ejecutivo madrileño afirmó que la parte de la delegación que premanece en el país se encuentra bien y que diez de ellos -entre los que se encuentran la directora de comunicación de la Comunidad de Madrid, el fotógrafo de la presidenta y tres personas del equipo de comunicación, además de los presidentes de la Cámara de Comercio y de la patronal- estaban en la casa del cónsul y dos en un hotel.

También habló de un tercer empresario español en Bombay, y que los dos heridos españoles estaban "fuera de peligro".

Aguirre, que manifestó que necesitaba ver a todos los españoles de regreso a casa "para estar tranquila", relató su peripecia, que comenzó cerca de las 22.45 horas, cuando llegaron al hotel y, tras pasar el arco de seguridad, fueron recibidos "al modo indio", con el tradicional punto rojo en la frente y con pétalos de rosa esparcidos sobre ellos.

Indicó que en este momento se encontró con su "gran amigo de la infancia", el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá, quien se encontraba en Bombay debido a que su hermano Agustín falleció el día anterior y tenía que repatriar sus restos.

La presidenta narró que De Foxá le contaba los sucesos "dramáticos" de los últimos días mientras permanecían abrazados y, en ese momento, percibió la caída de un cristal, ruido que posteriormente se multiplicó e identificó como disparos.

"Sólo cuando escuchó una ráfaga de metralleta pude prestar atención a lo que estaba ocurriendo, porque hasta entonces mantenía una conversación de gran dramatismo con el alcalde de Majadahonda", subrayó la presidenta, en algunos momentos con la voz entrecortada.

La dirigente recalcó que todas las personas que estaban el recibidor fueron "arrolladas" por el personal e intentaron salir por una puerta detrás de recepción. "Foxá y yo fuimos los últimos en salir. Arreciaba entonces una ensalada de tiros y nos tiramos al suelo", manifestó. Describió lo tortuoso de la huida, que tuvo que realizar descalza por la pérdida de una alpargata. "Se me salió una y la llevé colgando, así que me descalcé. El personal gritaba mucho y sin un protocolo de actuación", sentenció.

Además, reseñó que parte de la delegación pudo salir a la calle, mientras que a su grupo se lo llevaron a la cocina, de ahí a una lavandería y, finalmente, a un salón de bodas junto a 200 personas. Allí descubrieron que el hall estaba en llamas. "Buscamos la cocina, porque los terroristas estaban en la entrada. Pisé bastantes charcos de sangre. No sabíamos que había víctimas ni nada", agregó. Aguirre aseguró que la mayor angustia la vivió camino del aeropuerto, en el atasco formado en Bombay por la confusión y por si eran atacados.