La naviera danesa A.P. Moller-Maersk, uno de los líderes mundiales en transporte marítimo de mercancías, anunció ayer que una pequeña parte de sus cargueros dejará de navegar por el Golfo de Adén y el este de África para evitar eventuales secuestros de los piratas somalíes que operan en la zona. La medida afectará a los barcos que no tienen velocidad o francobordo (altura de la cubierta principal) suficientes y son vulnerables a los ataques, por lo que se optará por una ruta alternativa a través del cabo de Buena Esperanza o el este de Madagascar.

En la medida en que haya acceso a escolta militar, A.P. Moller-Maersk considerará la opción de que estas naves puedan unirse a convoyes comandados por buques de la Marina por el Golfo de Adén. "Las modificaciones afectarán principalmente a nuestros petroleros y sólo tres cargueros de contenedores se verán afectados, aunque trataremos de limitar las consecuencias enviando contenedores de éstos con otros barcos", señaló Soren Skou, miembro de la junta directiva del consorcio. Para la naviera danesa, los piratas constituyen una amenaza contra rutas comerciales importantes y representan un problema de seguridad internacional.

Por otra parte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó ayer una resolución que impone nuevas sanciones a personas y entidades vinculadas a los piratas que actúan contra el comercio marítimo desde las costas de Somalia. La resolución fue presentada por Reino Unido y recibió el apoyo unánime de los 15 miembros de este organismo.